Su nombre no será el primero que surja cuando se habla de la selección de
fútbol de Costa Rica. Sin embargo, es tan importante para el técnico Jorge Luis
Pinto, que en la fase final del clasificatorio de la CONCACAF para la Copa
Mundial de la FIFA Brasil 2014™, Giancarlo González fue, junto a la principal
estrella del equipo, el arquero Keylor Navas, el que más minutos (1.260) acumuló
en el terreno de juego.
Espigado, veloz y con buen juego aéreo defensivo y ofensivo, el también
llamado Pipo fue pilar fundamental de una selección que destacó por la
muralla defensiva que construyó durante el proceso eliminatorio de la Zona
Norte, Centroamérica y Caribe.
Si el Hexagonal Final lo superaron con cierta comodidad, el camino en Brasil
2014 será otro cantar. Costa Rica compartirá el Grupo D con Uruguay, Inglaterra
e Italia. FIFA.com habló en exclusiva con el férreo defensor
para palpitar las emociones ticas ante tamaño desafío.
Una estrategia llamada defensa
Basta con ver los números de Costa Rica en el Hexagonal Final para corroborar el gran papel realizado por la línea de contención. En diez encuentros, sólo permitieron 7 anotaciones. Con rivales como México y Estados Unidos, que cuentan con grandes elementos al frente, el mérito de mantener la cifra tan baja es doble.
Basta con ver los números de Costa Rica en el Hexagonal Final para corroborar el gran papel realizado por la línea de contención. En diez encuentros, sólo permitieron 7 anotaciones. Con rivales como México y Estados Unidos, que cuentan con grandes elementos al frente, el mérito de mantener la cifra tan baja es doble.
“Siento que el fútbol se ha ido igualando, no sólo en la CONCACAF, sino, en
general, a nivel mundial. Ya se ven resultados muy ajustados en los partidos.
Antes, EEUU y México clasificaban caminando. Eso ya simplemente no se da. Ahora
Costa Rica logró clasificar de segunda. México sufrió, porque el nivel está
subiendo”, analiza.
“Ordenado e inteligente”, así define González el estilo de juego que llevó a
Costa Rica a quedar en ese segundo lugar, sólo por debajo de EEUU en la
clasificación. “Sabemos explotar nuestras virtudes y también somos consciente de
que tenemos debilidades, pero eso nos hace buscar cómo cubrirlas. Hicimos un
papel importante porque logramos el objetivo que teníamos, que era clasificar al
Mundial”, completa el defensor del Colombus Crew estadounidense.
La clasificación no sólo fue una alegría como conquista colectiva. En el
plano personal, todo el proceso tuvo un significado de peso para el defensor de
26 años. “Fue mi consolidación en la selección gracias a que el 'Profe' Pinto me
dio la oportunidad. Siento que supe aprovecharla", indica. "En este tiempo,
también pude jugar en Europa, y ese roce con jugadores importantes traté de
transmitirlo a mi desempeño con la selección. Esto es fruto de un año muy
importante para mí”, relata recordando esa temporada 2012/13 en la que jugó
para el Valerenga noruego.
Ilusión por hacer historia
Ahora, a días de que arranque la gran cita brasileña, la mente de los seleccionados ya está puesta al 100% en Uruguay, Inglaterra e Italia. “Para nadie es un secreto que ése es el Grupo de la muerte. Tenemos tres rivales en frente que son potencias y que, en su tiempo, han quedado campeones. Pero como decimos: ésta es una historia nueva. Vamos a dar lo mejor de nosotros. Tenemos la ilusión de ir a hacer un buen papel en Brasil para dejar el nombre de nuestro país en alto”, afirma sin achicarse ante el desafío.
Ahora, a días de que arranque la gran cita brasileña, la mente de los seleccionados ya está puesta al 100% en Uruguay, Inglaterra e Italia. “Para nadie es un secreto que ése es el Grupo de la muerte. Tenemos tres rivales en frente que son potencias y que, en su tiempo, han quedado campeones. Pero como decimos: ésta es una historia nueva. Vamos a dar lo mejor de nosotros. Tenemos la ilusión de ir a hacer un buen papel en Brasil para dejar el nombre de nuestro país en alto”, afirma sin achicarse ante el desafío.
La ilusión, pero también el esfuerzo y el trabajo diario, es lo que mantiene
su optimismo en lo más alto, y aventurarse a pensar que, ¿por qué no?, pueden
ser uno de los equipos que dé la sorpresa en la fase de grupos.
“Conozco a mis compañeros y el trabajo que hacemos. Confío en mis cualidades
y las del grupo. Vamos a dar el máximo para llegar a la siguiente ronda. Eso es
lo que queremos: hacer historia. En Italia 1990 fue la única ocasión que lo
hicimos, pero este equipo ya sabe lo que es ponerse metas y cumplirlas”,
sentencia.
Y en el plano personal, la motivación no podría ser mayor: “Es la meta de
todo futbolista profesional, llegar a jugar un Mundial. Y qué mejor que esta
meta se cumpla en Brasil, que es un país de fútbol”.