EFE) – El Mundial de Brasil exhibe a las mejores estrellas del planeta en la gran fiesta del fútbol en la que todos buscan demostrar quien es el mejor futbolista del momento. Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, Andrés Iniesta, Neymar, Frank Ribery, Luis Suárez y un buen puñado de futbolistas buscan la gloria eterna.
Cristiano Ronaldo (Portugal): cumplido el objetivo que marcó al fichar por el Real Madrid, lograr la décima Copa de Europa, el nuevo reto del ganador insaciable es firmar una gesta con su selección. Perdió una final de Eurocopa siendo anfitrión, sorprendido en la final por Grecia y desde entonces tiene una bestia negra: España. Tras su segundo ‘Balón de Oro’ quiere demostrar al mundo quien es el mejor futbolista del momento.
Andrés Iniesta (España): es el futbolista que cambió la historia del fútbol español, la imagen del estilo brillante que llevó a la Roja a la conquista de un Mundial y dos Eurocopas. El héroe de Johannesburgo representa el talento de la ‘generación de oro’ del fútbol español. Gran parte de ella vive su último Mundial: Xavi, Xabi Alonso, David Villa, quien sabe si de Iker Casillas o Fernando Torres. A Iniesta, último MVP de la Eurocopa, aún le queda más para hacer disfrutar a todo un país.
Lionel Messi (Argentina): tras la peor temporada de su carrera encara su gran reto, guiar a la albiceleste a la conquista del Mundial y acabar con el debate con Diego Armando Maradona sobre el futbolista más influyente de la historia de Argentina. En su tercer Mundial se echará a su selección a la espalda para intentar cambiar el paso de una campaña marcada más por capítulos extradeportivos que por lo que protagonizó en el terreno de juego.
Neymar (Brasil): la estrella emergente ya fue referente de la selección brasileña en la Copa Confederaciones pese a su juventud. Soportó la presión y lideró a la ‘canarinha’ para acabar pasando por encima de España. De ser promesa mágica a realidad en el Santos y su salto a la elite con el Barcelona donde se adaptó con rapidez pero por momentos pagó jugar en exceso hacia Messi, renunciando a su papel estelar. Su fantasía con el balón es infinita, como la ilusión de Brasil por volver a mandar en el mundo.
Luis Suárez (Uruguay): tras protagonizar la temporada de su vida, que culmina con una ‘Bota de Oro’ compartida con Cristiano Ronaldo, una operación de menisco tiene en vilo a toda Uruguay. Consagrado como uno de los mejores goleadores del planeta es el líder de la celeste, el reflejo en el campo de la lucha de su país en cada partido. Sueña con repetir el capítulo más brillante, el ‘Maracanazo’ a Brasil en 1950.
Franck Ribery (Francia): pasó de estar entre los tres finalistas del ‘Balón de Oro’ tras ganar todo con el Bayern, a seguir siendo pieza clave con la llegada de Pep Guardiola y referente de Francia en una sufrida clasificación al Mundial. Siempre pegado a la banda izquierda desequilibra con velocidad, asiste y tiene pegada. En su tercer Mundial quiere quitarse el mal sabor de boca del fracaso en Sudáfrica.
Alexis Sánchez (Chile): El ‘niño maravilla’ se ha hecho un hombre, de la escuela de Fútbol de Cobreloa a Barcelona, pasando por Colo-Colo, River Plate y Udinese en una carrera meteórica a la que siempre acompañó su descaro en el uno contra uno, velocidad y gol. Le falta un gran campeonato y acude a su segundo Mundial con el peso del liderazgo de su selección que compartía con Arturo Vidal, al que una operación le tiene hasta el último momento en el alambre.
Mesut Özil (Alemania): entre el fuerte bloque de una selección que ha ido creciendo hasta convertirse en una de las favoritas, destaca por diferente la calidad de un futbolista en la media punta que cambia el sentido del juego de cualquier equipo en el que participa. Lo consiguió en el Real Madrid, ahora en el Arsenal y a la selección alemana de Joachim Löw le aporta una gran dosis de magia sumada al rodillo físico del grupo. Ya asombró en Sudáfrica.
Arjen Robben (Holanda): busca borrar de su memoria el mano a mano de la final del Mundial 2010 ante Iker Casillas, la parada imposible que lanzó a España hacia el título y condenó a Holanda al segundo puesto. Dar ese paso más es el reto de un grupo de futbolistas técnicos y elegantes que aceleran cuando Robben, el extremo clásico, entra en juego y golpean con la pegada de su nueve, Van Persie.
Eden Hazard (Bélgica): entre la selección que se perfila como revelación, la magia corre de su cuenta. A su indiscutible calidad técnica le ha añadido con José Mourinho mayor carácter competitivo y continuidad en su rendimiento. Hay pocos media puntas con mayor regularidad.
Luka Modric (Croacia): al orgullo croata y su disciplina de ejército por unos colores en cada partido, se le suma la calidad de centrocampistas mágicos como Luka Modric. Esta temporada se ha consagrado en el Real Madrid como complemento perfecto a Xabi Alonso. Especialista en encontrar huecos entre espacios para aparecer y desequilibrar con sus pases. Una visión de juego privilegiada a la que acompaña grandes dosis de calidad técnica.
Andrea Pirlo (Italia): Cualquier equipo con él en el centro del campo exhibe un sello innegable gracias a su calidad y personalidad. Alejado del ‘catenaccio’ que tanta gloria dio a Italia, la nueva generación de futbolistas con Cesare Prandelli al mando le acerca más a una ‘Bela Italia’ con un futbolista como Pirlo como ejemplo a seguir. Es el faro, el que marca el rumbo, de un grupo que mezcla experiencia con juventud y descaro.
‘Chicharito’ (México): Con 25 años ya es el tercer máximo goleador de la historia de México. Disputa su segundo Mundial siendo la gran esperanza de la ‘Tri’ pese a una campaña para el olvido en el Manchester United donde se ha rebajado su protagonismo con el cambio de Sir Alex Ferguson por David Moyes. Le faltó continuidad lo que le hace llegar fresco a la cita mundialista.
Rooney (Inglaterra): la brillante generación inglesa con centrocampistas ‘todoterrenos’ como Frank Lampard y Steve Gerrard llega a su fin en un Mundial, que será el tercero de Wayne Rooney. Metió goles desde la cuna y no se amilanó con el salto a la elite, pero Inglaterra necesita más de él para superar los cuartos de final, barrera que no traspasan desde 1990. El goleador del Manchester United se quiere desquitar de su peor año.