Lo Último

.

.

jueves, 5 de junio de 2014

El PSOE frena el debate republicano

El primer objetivo es salvar plenamente la votación del próximo miércoles en la ley que avalará la abdicación del rey Juan Carlos para que automáticamente se produzca la sucesión en el príncipe Felipe. Después, se encauzará el debate. Esta es la pretensión del secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba y su equipo ante el estallido de republicanismo en las filas socialistas. El dique de contención levantado por el líder socialista parece sólido.

Sus conversaciones con secretarios generales territoriales, la labor de la vicesecretaria general, Elena Valenciano, y de la portavoz del Grupo Socialista, Soraya Rodríguez, así lo avalarán sin la menor duda cuando el miércoles se produzca la votación en el Congreso. A calmar los ánimos ha contribuido de manera relevante la presidenta de Andalucía y secretaria general de la federación más fuerte del PSOE, Susana Díaz, al proclamar su defensa a ultranza del orden constitucional. Ninguno de ellos ha negado la esencia republicana del PSOE y ninguno ha negado que pueda reformarse la Constitución, máxime cuando ha sido una propuesta de Rubalcaba, pero no es el tiempo de discutir exclusivamente sobre la Monarquía porque el pacto constitucional sigue vigente.
 
Esta es la tesis de estos dirigentes que, no obstante, aún tendrán que afrontar el debate sobre el voto del miércoles. Dos diputados, el guipuzcoano Odón Elorza, exalcalde de San Sebastián, y el balear Guillem García Gasulla han escrito por separado a la dirección del Grupo Socialista para que antes de la votación del miércoles se reúna el plenario del grupo para que se debata sobre la libertad de voto en la ley de abdicación del Rey. Por razones de "conciencia republicana", Elorza pide tiempo suficiente para el debate. Por su parte, García Gasulla, adelanta su deseo de votar sin estar sujeto a la disciplina de voto. A renglón seguido, pide una reunión del grupo parlamentario "para debatir el contenido de la ley y las enmiendas, valorar la opinión de los militantes de las agrupaciones y medir las consecuencias de la que va a ser la última intención de voto".
 
 
La actitud de este diputado socialista ha enojado a la dirección del PSOE aunque aún no se lo ha hecho saber. En la reunión del miércoles Elorza explicará las razones de su petición y Soraya Rodríguez le dará la réplica. En fuentes de la dirección socialista se recuerda que todos los diputados saben perfectamente que el PSOE forma parte del pacto constitucional que incluye el respeto a la Monarquía parlamentaria.
 
Por su parte, Elorza y su compañero el diputado balear tratarán de convencer a más diputados con su discurso de que esa votación afecta a la conciencia y por tanto se debería dar libertad de voto. El propio Elorza ha comentado que su grupo, y a su juicio con razón, se dirigió a los diputados del PP para que votaran en conciencia la ley del aborto y desoyeran a sus dirigentes. Por el momento, solo estos dos diputados se han mostrado contrarios a acatar la disciplina aunque en la dirección no descartan alguna sorpresa. El recuento que han hecho federación a federación parece que les arroja un saldo favorable a cumplir la norma aunque la preocupación se mantiene hasta que el marcador no arroje un sí de todos los diputados socialistas. Es más, aunque la secretaria general de Baleares, Francina Armengol, ha pedido un referéndum ha evitado instar a los diputados de las islas a que voten en contra o se abstengan.
 
Un nubarrón se ha colocado sobre la dirección del PSOE al conocer que CiU finalmente se va a abstener. El temor está en que esa posición influya sobre los diputados del PSC. De momento, ningún de ellos se ha manifestado en contra de seguir la disciplina del grupo socialista como sí ha hecho en alguna ocasión por motivos territoriales.
 
Los 25 diputados andaluces tienen muy claro lo que van a hacer. "Defiendo el Estado de derecho y la Constitución". Estas ocho palabras pronunciadas este miércoles por Susana Díaz resume la posición unánime del PSOE de Andalucía respecto a la posibilidad de celebrar una consulta sobre la Monarquía. La presidenta de la Junta apuesta por la estabilidad institucional, como ella misma afirmó en una declaración tras conocer la abdicación del Rey. En asuntos de Estado, la líder del PSOE andaluz mantiene una posición muy ortodoxa, compatible con la defensa de la reforma constitucional bajo la premisa de un amplio consenso, como se fraguó la Ley Fundamental de 1978, y con “sosiego y tranquilidad”.
 
La posición del PSOE de Andalucía la ha expresado su número dos, Juan Cornejo, quien ya ha avanzado la apuesta por el “cumplimiento estricto de la legalidad constitucional”. Aunque reconoce que existe un “alma republicana” en el PSOE, este habita en un cuerpo de respeto y acatamiento absoluto a la Constitución.
 
Para los socialistas andaluces, no hay debate abierto en sus filas sobre Monarquía y República porque la posición socialista ya “quedó fijada” en la pasada Conferencia Política del PSOE celebrada en el mes de noviembre, donde se aprobó una resolución “ante una posible abdicación del Rey”, señaló Cornejo. En esta cita, los socialistas incluyeron en su ideario el apoyo a la institución monárquica, aunque cuando la propuesta fue leída en el plenario de la conferencia muchos delegados la acogieron con abucheos y silbidos.
 
No es la primera vez que Susana Díaz influye de manera decisiva para frenar decisiones ambiguas de su partido. Ya paró en noviembre pasado la abstención del grupo socialista a una iniciativa de UPyD contraria al derecho a decidir en Cataluña. La presidenta de la Junta, advertida por algunos parlamentarios, llamó a los diputados andaluces y los socialistas acabaron votando en contra de la consulta en Cataluña.
 
En Andalucía el debate entre Monarquía y República lo ha planteado en el Parlamento autónomo Izquierda Unida, socio de los socialistas en el Gobierno regional. IU defenderá la semana próxima en la Cámara andaluza una proposición no de ley instando al Gobierno central a convocar un referéndum sobre la forma del Estado. Habrá debate y posicionamiento de los tres grupos, pero los socialistas ya han anunciado que no la apoyarán bajo ningún concepto. EL PAIS