Luego de 11 años de ausencia en las calles, la imagen del Nazareno de San Pablo recorrerá distintos sectores de Caracas, para que los fieles católicos puedan tener contacto antes de las tradicionales fiestas en su honor.
El 12 de marzo la imagen de El Nazareno saldrá desde la Basílica de Santa Teresa hacia Catia, Propatria, Los Chaguaramos, El Valle, El Cementerio, El Paraíso, Caricuao, Las Adjuntas y Antímano. También estará en Altamira, Petare, Boleíta, Sarría, Simón Rodríguez, San Bernardino, Santa Paula, La Tahona, Baruta y El Hatillo
Así lo informaron el cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas, y monseñor Fernando Castro, obispo auxiliar de Caracas, desde la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana.
Según el cardenal Usosa, esperan influir en la preocupante “violencia asesina” de la capital. Las peregrinaciones estarán acompañadas de celebraciones de eucaristía.
Agregó que esta actividad busca que los caraqueños oren por cosas importantes como: la paz en Venezuela, la renovación de la fe cristiana de los católicos, por el cese de la violencia y el respeto de la vida humana.
Monseñor Castro añadió “una cadena de situaciones” en las cuales los critianos sufren a diario y por las cuales “precisamente buscamos la fortaleza en Cristo”
El 12 de marzo la imagen de El Nazareno saldrá desde la Basílica de Santa Teresa hacia Catia, Propatria, Los Chaguaramos, El Valle, El Cementerio, El Paraíso, Caricuao, Las Adjuntas y Antímano. También estará en Altamira, Petare, Boleíta, Sarría, Simón Rodríguez, San Bernardino, Santa Paula, La Tahona, Baruta y El Hatillo
Así lo informaron el cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas, y monseñor Fernando Castro, obispo auxiliar de Caracas, desde la sede de la Conferencia Episcopal Venezolana.
Según el cardenal Usosa, esperan influir en la preocupante “violencia asesina” de la capital. Las peregrinaciones estarán acompañadas de celebraciones de eucaristía.
Agregó que esta actividad busca que los caraqueños oren por cosas importantes como: la paz en Venezuela, la renovación de la fe cristiana de los católicos, por el cese de la violencia y el respeto de la vida humana.
Monseñor Castro añadió “una cadena de situaciones” en las cuales los critianos sufren a diario y por las cuales “precisamente buscamos la fortaleza en Cristo”
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