La ONG Control Ciudadano denunció que la Fuerza Armada Nacional corre el riesgo de convertirse en un "brazo armado de la revolución" del presidente Hugo Chávez y sufren una grave desprofesionalización y politización, lo que incrementa el malestar interno.
"En los últimos años, vivimos una militarización de la sociedad, una politización y una desprofesionalización de las Fuerzas Armadas y ahora vamos hacia un cambio de la función militar contrario a la Constitución. Las Fuerzas Armadas pueden convertirse en un brazo armado de la revolución", denunció en rueda de prensa Rocío San Miguel, responsable de la ONG.
Según la experta, el gobierno de Chávez ha transformado las Fuerzas Armadas, compuestas por un total de 117.000 personas, ha forzado jubilaciones y ha favorecido ascensos fulgurantes para garantizar la fidelidad del estamento militar.
El propio presidente, según San Miguel, tomaría en este momento el 90% de cualquier tipo de decisiones relacionadas con las Fuerzas Armadas.
"Actualmente, 300 oficiales privilegiados han recibido el control del poder en las Fuerzas Armadas. De ellos cabe esperar una lealtad operacional al presidente", explicó San Miguel.
Pero según Control Ciudadano, centrada en la transparencia de la defensa nacional, la moral militar está mermada y la "fidelidad" al jefe de Estado registra fisuras. San Miguel citó el ejemplo de oficiales que acompañaron a Chávez en el intento frustrado de golpe de Estado de 1992 contra el entonces presidente Carlos Andrés Pérez.
"Entre 2004 y 2008 hablar mal del presidente era imposible dentro de las instalaciones militares. Ahora eso se da, alentado por estos oficiales considerados chavistas que no están de acuerdo con el rumbo que toma Chávez ni con la presencia de cubanos en las Fuerzas Armadas venezolanas", explicó San Miguel.
"Pero ¿es posible que ocurra un golpe militar? Yo creo que no, al menos hoy en día", consideró.
Por otra parte, Control Ciudadano denunció la "opacidad" y la ausencia de control parlamentario en la adquisición de armamento por parte del gobierno. "Eso hace imaginar dos cosas: negligencia o corrupción (...) La defensa nacional y las Fuerzas Armadas deben estar sometidas a un control democrático", apuntó San Miguel.
Venezuela es el cuarto comprador de armas en América del Sur por detrás de Brasil, Colombia y Chile, pero según San Miguel la operatividad del ejército está "cuestionada" por la "falta de transparencia" y el desorden en las adquisiciones de armamento.
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