Al menos ocho personas muertas y 200 mil afectadas fue el saldo que dejaron este sábado las intensas precipitaciones que durante toda la noche azotaron al estado de Rio Grande do Sul, al sur de Brasil, confirmó el vocero del departamento de Defensa Civil local, Fernando Soska.
En una rueda de prensa, Soska precisó que hasta el momento se había comprobado que seis de las víctimas, incluidos tres niños, "murieron en deslaves que enterraron sus casas bajo toneladas de escombros".
"Los otros fallecidos fueron dos hombres que murieron electrocutados por cables eléctricos caídos", agregó.
Uno de los estos dos muertos fue identificado como Miguel Trindade Farias, que según testigos presenciales, se electrocutó cuando intentó salvar a una persona que estaba en contacto con un cable de energía.
En tanto, de los otro seis, se afirmó que cinco pertenecían a la familia del empresario Fernando Leite de Lima, que fue sepultado mientras dormía con su esposa y tres hijos.
El vocero también afirmó que a pesar de estas cifras, las lluvias en el sur de Brasil han disminuido y que "al menos esta noche sólo 20 personas se han visto obligadas a salir de sus casas" para buscar refugio con familiares.
Más de 200 mil afectados
Por otro lado, este sábado el diario local Zero Hora on line reseñó que en la región metropolitana de Porto Alegre, capital de Rio Grande do Sul, unas 200 mil personas quedaron sin luz debido al temporal.
El periódico también explicó que en esa zona las aguas dejaron barrios anegados y además derribó árboles.
También fueron afectadas las localidades Teutonia, Bagé y Venancio Aires, todas en el interior de ese estado sureño, donde el pronóstico prevé más precipitaciones para el sábado.
Por su parte, los cuerpos de socorro informaron sobre el rescate con vida de unas 20 personas que estaban en casas sepultadas por deslizamientos.
Según las autoridades, cerca del 80 por ciento de las calles de la ciudad de Santa Cruz (también en el sur) quedaron bajo las aguas luego de un temporal de 143 litros de agua por metro cuadrado.
Ante estos hechos, el Instituto Nacional de Meteorología (Inmet) alertó que las actuales condiciones aún son propicias para nuevas lluvias, incluso con granizo y vientos fuertes.
A inicios de este año, el sureste de Brasil fue azotado por intensas precipitaciones que dejaron más de 800 pérdidas humanas y obligó al Gobierno a decretar varias alertas y a crear albergues temporales para los miles de damnificados.
Datos oficiales reflejan que unos cinco millones de brasileños habitan en unas 800 zonas de riesgo a lo largo y ancho la nación suramericana, que pueden ser víctimas de eventos naturales como deslizamientos de tierra, inundaciones, resacas, sequías y vendavales.
(teleSUR)
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