Yonni Barrios, uno de los 33 mineros rescatados en Chile el año pasado tras sobrevivir 70 días atrapados a 700 metros de profundidad en la región chilena de Atacama, tiene silicosis, según reveló el propio trabajador, de 51 años.
"En los exámenes que me hicieron en la Asociación Chilena de Seguridad salió que tengo silicosis", dijo en una entrevista que publica hoy el diario Las Últimas Noticias, el minero "número 21" del épico episodio, que ha pasado 30 años de su vida trabajando en minas.
"A esta edad que yo tengo es el tiempo en que te detectan silicosis. Como es una enfermedad progresiva, con suerte se alcanza a llegar a la jubilación y uno ya se muere", dijo Barrios, que durante el encierro en la mina "San José" fue el enfermero de sus compañeros.
Ahora debe cuidarse; "sobre todo en el invierno, no resfriarme, porque eso podría traer consecuencias graves", añadió Barios, que también ganó fama de "Don Juan" durante el encierro en la mina, pues en la prensa de farándula se tejieron historias sobre las dos mujeres que lo esperaban en la superficie.
Barrios, que aún carga las secuelas del drama que vivió y debe visitar a un psicólogo dos veces por semana, se gana la vida en un almacén que instaló en la casa que comparte con su pareja, Susana Valenzuela, en la ciudad de Copiapó.
"Trato de no pensar en eso, porque es perjudicarme más", dijo y explicó que su recuperación sicológica llevará tiempo, según le han dicho los médicos; su mujer trata de subirle el ánimo, aunque también se declara preocupada.
"Era de esperar (la silicosis), mi papá la tiene, la mayoría de los mineros la tienen", dijo Susana, que quiere que Yonny comparta más con los otros mineros y que viaje con ellos al extranjero, pues aún reciben muchas invitaciones.
Según Barrios, su estado emocional se debe a que en la mina "tuve mucha responsabilidad y por eso tuve que aguantarme, evitar que aflorara cualquier sentimiento, para evitar que los demás me vieran flaquear".
Hasta ahora, el minero número 21 no ha recibido ningún tratamiento para la silicosis y sabe que no serviría de mucho, porque es una enfermedad "que no tiene remedio".
La silicosis se produce por la inhalación de bióxido de sílice presente en la mayoría de los yacimientos mineros y otras empresas en las que hay polvo en suspensión. En Chile está muy extendida entre los trabajadores, especialmente los mineros.
Las partículas de polvo, según los médicos, se depositan en los pulmones de forma lenta pero sostenida y se manifiesta a través de tos crónica, expectoración abundante y disnea; las personas pierden la capacidad de hacer ejercicios pesados y a la larga, sufren falta de aire incluso en actividades cotidianas.
Así lo explicó al mismo diario Carolina Herrera, vicepresidenta de la Sociedad chilena de Enfermedades Respiratorias, quien puntualizó que el deterioro orgánico y físico es irrecuperable y que la enfermedad sólo se puede tratar con broncodilatadores y antiinflamatorios.
EFE
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