Polacos realizarán vigilias toda la noche antes de la beatificación
En la aletargada ciudad de Wadowice, en el sur de Polonia, funcionarios engalanan la plaza principal y renuevan la casa donde hace 91 años nació su hijo más famoso, el difunto Papa Juan Pablo II, llamado Karol Wojtyla.
Wadowice, con sus calles adornadas con puestos que pregonan objetos kitsh sobre el Papa, espera que la beatificación de Juan Pablo II el 1 de mayo – el último paso previo a la santidad – atraiga más peregrinos a la modesta casa de dos pisos que ahora es un museo.
Además, la Iglesia Católica de todo Polonia espera que su beatificación en Roma, que conferirá a Juan Pablo II el título de “bendecido”, rejuvenezca una institución cuya imagen ha sido algo manchada en el país europeo por disputas políticas y una falta de liderazgo desde su muerte en el 2005.
Pero incluso a algunos devotos católicos les inquieta que la beatificación, con todo su alboroto comercial, tal vez no haga que los polacos piensen más profundamente en su fe y en las enseñanzas del difunto Papa.
“Alrededor de medio millón de personas ya visita Wadowise cada año. Ahora queremos ofrecer una experiencia moderna e interactiva de Juan Pablo II”, dijo el padre Pawel Danek, director del museo, explicando los planes de incrementar diez veces su tamaño hasta una superficie de 1.000 metros cuadrados con la ayuda de donaciones públicas y privadas.
Juan Pablo II es venerado en Polonia como el hombre que aportó la inspiración espiritual para el derrocamiento del comunismo ateo.
Las iglesias de todo Polonia – donde más del 90 por ciento de las personas dicen ser católicas y un 40 por ciento concurre a misa cada domingo – realizarán vigilias toda la noche antes de la beatificación. Entre las 300.000 personas que se reunirán en Roma para la ceremonia habrá decenas de miles de polacos REUTERS.
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