El euro se encuentra en su nivel más alto en 16 meses respecto al dólar y el oro bate nuevos récord, antes de la publicación del dato de crecimiento de Estados Unidos en el primer trimestre, y después de que la Reserva Federal decidió mantener su política monetaria ultra flexible.
La moneda única europea llegó a cotizar este jueves a 1,4882 dólares, el nivel más alto desde el 7 de diciembre de 2009. Más tarde bajó a 1,4834 USD, aún por encima de los 1,4785 dólares del miércoles por la noche en Nueva York.
Con unas tasas de interés casi nulas, el billete verde es menos atractivo que otras monedas más remuneradoras, como el euro, sobre todo después de que el Banco Central Europeo (BCE) elevó este mes su tasa directriz a 1,25%, para combatir la inflación.
"La reacción del mercado a la reunión (de la Fed el miércoles) destaca una cosa evidente: la debilidad actual del dólar se debe principalmente a la política flexible de la Fed", comentaron los analistas de Commerzbank.
El abaratamiento del billete verde favorece la compra de materias primas negociadas en dólares. Así, el oro, valor refugio por excelencia, prosiguió su escalada, batiendo un nuevo récord histórico a 1.534,05 dólares la onza hacia las 07H50 GMT.
"El momento fuerte del día será el primer cálculo del PIB estadounidense en el primer trimestre", dijo el analista de RBC Capital Markets Sue Trinh.
La víspera de la publicación del dato del crecimiento estadounidense en los tres primeros meses del año, la Reserva Federal dijo que mantendrá "durante un extenso período" su tasa directriz entre 0 y 0,25%, nivel en que se encuentra desde diciembre de 2008, para ayudar a la recuperación de la economía.
"Está claro que la Fed no piensa ajustar pronto su política, y desde esa perspectiva, no hubo nada en el lenguaje de la Fed para parar la reciente caída del dólar", comentó Spiros Papadopoulos, del National Australia Bank.
El Comité de política monetaria (FOMC) de la institución central norteamericana anunció además que mantiene hasta junio su programa de compra de bonos del Tesoro anunciado en noviembre, por 600.000 millones de dólares.
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, indicó que tras esta ronda de gasto público el banco central mantendrá su nivel de estímulo, y evaluará si la economía es suficientemente fuerte para seguir creciendo por sí sola.
Gen Kawabe, operador en Chuo Mitsui Trust and Banking, dijo: "Aunque la decisión de la Fed estuvo en línea con las expectativas del mercado, los comentarios de Bernanke alimentaron la idea de que la Fed mantendrá su política monetaria flexible durante un tiempo prolongado, favoreciendo la venta de dólares y la compra de acciones".
Desde que estalló la crisis financiera en septiembre de 2008, la Reserva Federal inyectó en el circuito financiero del país casi 1,8 billones de dólares para ayudar a la recuperación de la economía. AFP
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