El príncipe Guillermo se dio hoy un breve baño de masas en el Mall, la avenida que une el palacio de Buckingham y la plaza de Trafalgar, en la víspera de su esperada boda con Kate Middleton en la abadía de Westminster.
En un paseo inesperado, que fue recibido con entusiasmo por los presentes, Guillermo dijo que su única preocupación a poco más de 12 horas de la boda es no equivocarse durante la ceremonia.
"Todo lo que tengo que hacer es decir bien mis frases", afirmó.
El primogénito del príncipe Carlos y de la fallecida Diana Spencer salió por sorpresa de Clarence House, la residencia oficial de su padre situada junto al Mall, y saludó y conversó con las personas que se han concentrado en esa zona para seguir la boda.
Muchas de ellas pasarán la noche al raso para tener una buena posición y ver de cerca la procesión real entre la abadía y el palacio de Buckingham una vez que Guillermo y Kate se hayan dado el "sí quiero" en presencia de 1.900 invitados.
El príncipe se mostró sonriente y relajado, y agradeció a los ciudadanos sus buenos deseos y los cánticos que le dedicaron al coro de "For he is a jolly good fellow" (Es un muchacho excelente).
Guillermo posó pacientemente para hacerse fotos y estuvo en contacto muy directo con la gente para charlar y bromear.
Vestido de manera informal, con camisa blanca, jersey negro y pantalón beige, Guillermo pasó cerca de 10 minutos estrechando manos y hablando con los presentes, tras lo cual se despidió y regresó a Clarence House en compañía de su escolta de seguridad.
También se vio entrar en la residencia a su hermano Enrique.
Guillermo cenará y pasará la noche junto a su padre y su esposa, la duquesa de Cornualles, y su hermano, que será su padrino en la boda, en esta residencia real, de la que saldrá poco después de las 09.30 horas GMT del viernes para dirigirse a la abadía.
Según informó la BBC, el príncipe Carlos y Camilla pasarán la noche junto al novio, en la que será su última noche de soltería, después de asistir a parte de la cena que la reina Isabel ofreció a la realeza en el cercano hotel Mandarín.
Horas antes de la visita de Guillermo, el primer ministro británico, David Cameron, también se acercó al Mall para recordar que hace 30 años, con motivo de la boda de Carlos y Diana, él también estuvo acampando allí para ser testigo de primera fila.
Tenía entonces 14 años y viajó a Londres junto a sus hermanos y varios amigos para ver la boda que se celebró en julio de 1981.
Cameron expresó su "emoción" por la boda y destacó que representa un gran día de celebración y felicidad para el país. EFE
En un paseo inesperado, que fue recibido con entusiasmo por los presentes, Guillermo dijo que su única preocupación a poco más de 12 horas de la boda es no equivocarse durante la ceremonia.
"Todo lo que tengo que hacer es decir bien mis frases", afirmó.
El primogénito del príncipe Carlos y de la fallecida Diana Spencer salió por sorpresa de Clarence House, la residencia oficial de su padre situada junto al Mall, y saludó y conversó con las personas que se han concentrado en esa zona para seguir la boda.
Muchas de ellas pasarán la noche al raso para tener una buena posición y ver de cerca la procesión real entre la abadía y el palacio de Buckingham una vez que Guillermo y Kate se hayan dado el "sí quiero" en presencia de 1.900 invitados.
El príncipe se mostró sonriente y relajado, y agradeció a los ciudadanos sus buenos deseos y los cánticos que le dedicaron al coro de "For he is a jolly good fellow" (Es un muchacho excelente).
Guillermo posó pacientemente para hacerse fotos y estuvo en contacto muy directo con la gente para charlar y bromear.
Vestido de manera informal, con camisa blanca, jersey negro y pantalón beige, Guillermo pasó cerca de 10 minutos estrechando manos y hablando con los presentes, tras lo cual se despidió y regresó a Clarence House en compañía de su escolta de seguridad.
También se vio entrar en la residencia a su hermano Enrique.
Guillermo cenará y pasará la noche junto a su padre y su esposa, la duquesa de Cornualles, y su hermano, que será su padrino en la boda, en esta residencia real, de la que saldrá poco después de las 09.30 horas GMT del viernes para dirigirse a la abadía.
Según informó la BBC, el príncipe Carlos y Camilla pasarán la noche junto al novio, en la que será su última noche de soltería, después de asistir a parte de la cena que la reina Isabel ofreció a la realeza en el cercano hotel Mandarín.
Horas antes de la visita de Guillermo, el primer ministro británico, David Cameron, también se acercó al Mall para recordar que hace 30 años, con motivo de la boda de Carlos y Diana, él también estuvo acampando allí para ser testigo de primera fila.
Tenía entonces 14 años y viajó a Londres junto a sus hermanos y varios amigos para ver la boda que se celebró en julio de 1981.
Cameron expresó su "emoción" por la boda y destacó que representa un gran día de celebración y felicidad para el país. EFE
No hay comentarios:
Publicar un comentario