La enfermera Érika Segovia, quien fue retirada el pasado lunes de la huelga de hambre, presenta una hemorragia digestiva, infección urinaria severa y complicación en las vías respiratorias, tras permanecer 36 días sin ingerir alimentos. Desde Maracay, donde fue trasladada por su estado de salud, llamó a las autoridades a tomar conciencia sobre la situación de los enfermeros venezolanos. La mantienen con hidratación intravenosa.
Segovia cosió sus labios el pasado 14 de abril. La profesional de la salud tiene 34 años y ejerce en el estado Aragua. El día que suturó su boca pidió la renuncia de la ministra Eugenia Sader y manifestó: "tengo la libertad democrática de sellarme la boca por su ignorancia (refiriéndose al presidente Hugo Chávez) y la de la ministra Sader".
Segovia este lunes estuvo unas horas recluida en terapia intensiva del Hospital Caravaño Tosta de la capital aragüeña.
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