El presidente Mahmud Ahmadinejad no participó el miércoles en el Consejo de Ministros por segunda vez en una semana y no ha hecho apariciones en público desde el 22 de abril, alimentando los rumores sobre una grave crisis política en el seno del poder en Irán.
El presidente iraní desapareció de la escena política poco después de su intento frustrado de hacer renunciar a su ministro de Servicios de Inteligencia, Heydar Moslehi, decisión que tropezó con el veto del guía supremo Alí Jamenei.
Por segunda vez consecutiva, Ahmadinejad dejó el miércoles a su primer vicepresidente la dirección del Consejo de Ministros, en el cual participó por el contrario Moslehi, según los medios, que no dieron ninguna explicación.
El jefe del Estado, ausente igualmente el martes de una reunión del Consejo Supremo de la revolución cultural, que él preside, no ha tenido ninguna actividad pública desde el 22 de abril, como lo confirma el sitio internet de la presidencia, virgen desde esa fecha.
Esta ausencia es inusual en el presidente Ahmadinejad, generalmente omnipresente en los medios, con declaraciones casi diarias.
La prensa oficial no ha hecho alusión alguna a este eclipse.
Pero algunos sitios o blogs cercanos a diferentes corrientes conservadoras dieron a entender que Ahmadinejad habría decidido, al ausentarse, iniciar una pugna para defender sus prerrogativas que estima amenazadas por sus adversarios ultraconservadores en el seno del poder.
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