“Desconocemos esa religión católica”, dice el aymara David Choquetarqui, uno de los contrayentes de un matrimonio colectivo de 355 parejas indígenas que se realizó para recuperar ritos ancestrales este sábado en La Paz, con el presidente Evo Morales como padrino.
“Ha sido una rememoración, una recuperación de la raíz de nuestros pueblos”, dice David, de 32 años, tras participar de la ceremonia en un coliseo deportivo donde oficializó frente a chamanes su unión con Dora sin tener que decir el “sí acepto”.
Dora y David tienen dos hijos, de 2 y 3 años, conviven desde hace cuatro y un día antes celebraron su matrimonio civil ante un escribano contratado por el gobierno de Morales para legalizar sus nupcias.
David responde con un “desconocemos esa religión”, cuando la AFP le consulta si antes recurrió al rito católico del matrimonio y por qué ahora recurre el sistema de casamiento ancestral.
El coliseo deportivo, en el corazón de La Paz, se ha convertido para la ocasión en una suerte de santuario, desde las puertas de ingreso hasta el centro de la cancha.
En el centro del complejo, con un aforo de 7.500 personas y adornado principalmente con las “wiphalas” la ajedrezada y multicolor bandera andina, formaron un círculo los 355 cónyuges, principalmente aymaras y quechuas, pero incluso unos mapuches chilenos y un cubano que se unió a una mujer aymara.
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