El papa Benedicto XVI pidió este sábado a los católicos italianos y a los dirigentes políticos un "compromiso de gran envergadura ante la gran conmoción" de los inmigrantes africanos e hizo hincapié en el respeto de sus derechos "inalienables".
"Tantos hombres, mujeres y jóvenes llegan en contacto con nuestro mundo, al que conocen superficialmente y del que tienen imágenes ilusorias. Necesitan no perder la esperanza, no dilapidar su dignidad. Necesitan pan, trabajo, libertad, justicia, paz, que les sean reconocidos sus derechos inalienables de hijos de Dios", subrayó el pontífice.
También necesitan "fe, y nosotros podemos ayudarlos, en el respeto de sus convicciones religiosas, mediante un intercambio libre y sereno", dijo.
En el marco de este intercambio, el Papa invitó a los católicos a que les ofrezcan "con simplicidad, franqueza y celo", la "belleza" de la fe cristiana.
"Italia ha atravesado por periodos históricos difíciles y ha salido de ellos fortalecida, sobre todo, gracias a la implicación incondicional de laicos católicos, comprometidos en la vida política y las instituciones", recordó el Papa, en un llamado implícito a hacer otro tanto hoy.
"Hoy, la vida pública necesita una nueva respuesta generosa de parte de los creyentes, para que pongan a disposición su propia capacidad y sus fuerzas intelectuales, espirituales y morales", concluyó.
"Les pido que sean generosos, receptivos y solidarios", escribió en un mensaje con motivo de la XIV Asamblea de la Acción Católica italiana.
"Tantos hombres, mujeres y jóvenes llegan en contacto con nuestro mundo, al que conocen superficialmente y del que tienen imágenes ilusorias. Necesitan no perder la esperanza, no dilapidar su dignidad. Necesitan pan, trabajo, libertad, justicia, paz, que les sean reconocidos sus derechos inalienables de hijos de Dios", subrayó el pontífice.
También necesitan "fe, y nosotros podemos ayudarlos, en el respeto de sus convicciones religiosas, mediante un intercambio libre y sereno", dijo.
En el marco de este intercambio, el Papa invitó a los católicos a que les ofrezcan "con simplicidad, franqueza y celo", la "belleza" de la fe cristiana.
Benedicto XVI también se dirigió al mundo político, evocando el papel de los numerosos católicos comprometidos, al tiempo que surgen conatos de xenofobia y de retroceso en Italia, con ocasión de la crisis en el norte de Africa, que ha provocado el desembarco de miles de africanos en las costas italianas.
"Italia ha atravesado por periodos históricos difíciles y ha salido de ellos fortalecida, sobre todo, gracias a la implicación incondicional de laicos católicos, comprometidos en la vida política y las instituciones", recordó el Papa, en un llamado implícito a hacer otro tanto hoy.
"Hoy, la vida pública necesita una nueva respuesta generosa de parte de los creyentes, para que pongan a disposición su propia capacidad y sus fuerzas intelectuales, espirituales y morales", concluyó.
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