El exmandatario Álvaro Uribe pidió formalmente este sábado al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, que desista de reconocer la existencia de un conflicto armado interno en Colombia, tal como se plantearía en un proyecto de ley que busca la reparación de víctimas.
En una carta dirigida a Santos, al gobierno y al Congreso, Uribe insistió en descartar el reconocimiento del conflicto armado, al considerar que esta medida otorga estatus político a las guerrillas izquierdistas.
"En el significado histórico en América Latina, las palabras conflicto interno e insurgencia en alguna forma han legitimado la lucha de grupos armados contra dictaduras. En Colombia, estos grupos han atentado contra una democracia pluralista. Las acciones de estos grupos son terroristas", reseñó el documento.
Uribe también cuestionó que se pueda hablar de conflicto interno, al aseverar que las guerrillas se financian con el narcotráfico y cometen atentados, y sostuvo que durante su gobierno (2002-2010) se negoció la desmovilización de los paramilitares de extrema derecha sin hacer uso de ese término.
La Ley de Víctimas, que contempla también la restitución de tierras a campesinos desplazados por la violencia, fue presentada por Santos ante el Congreso en septiembre del 2010 y solo le falta un debate, probablemente la semana próxima, para su aprobación definitiva.
Para ello, el reconocimiento del conflicto armado fue acordado esta semana en una reunión del gobierno y las principales bancadas parlamentarias, lo que inmediatamente generó una controversia y críticas por parte de Uribe.
Santos reconoció esta semana que se incluirá el término en esa legislación y dijo que "hace rato que hay un conflicto armado" en Colombia.
Pero rechazó que ello implique un reconocimiento político de las guerrillas.
"¿Que eso quiere decir que le estamos dando un estatus político a la contraparte? De ninguna manera. ¿Que va a abrir el camino a la beligerancia? Tampoco. No tiene nada que ver lo uno con lo otro", dijo el mandatario este sábado durante un evento público en Medellín (400 kms al noroeste de Bogotá).
En una carta dirigida a Santos, al gobierno y al Congreso, Uribe insistió en descartar el reconocimiento del conflicto armado, al considerar que esta medida otorga estatus político a las guerrillas izquierdistas.
"En el significado histórico en América Latina, las palabras conflicto interno e insurgencia en alguna forma han legitimado la lucha de grupos armados contra dictaduras. En Colombia, estos grupos han atentado contra una democracia pluralista. Las acciones de estos grupos son terroristas", reseñó el documento.
Uribe también cuestionó que se pueda hablar de conflicto interno, al aseverar que las guerrillas se financian con el narcotráfico y cometen atentados, y sostuvo que durante su gobierno (2002-2010) se negoció la desmovilización de los paramilitares de extrema derecha sin hacer uso de ese término.
La Ley de Víctimas, que contempla también la restitución de tierras a campesinos desplazados por la violencia, fue presentada por Santos ante el Congreso en septiembre del 2010 y solo le falta un debate, probablemente la semana próxima, para su aprobación definitiva.
Para ello, el reconocimiento del conflicto armado fue acordado esta semana en una reunión del gobierno y las principales bancadas parlamentarias, lo que inmediatamente generó una controversia y críticas por parte de Uribe.
Santos reconoció esta semana que se incluirá el término en esa legislación y dijo que "hace rato que hay un conflicto armado" en Colombia.
Pero rechazó que ello implique un reconocimiento político de las guerrillas.
"¿Que eso quiere decir que le estamos dando un estatus político a la contraparte? De ninguna manera. ¿Que va a abrir el camino a la beligerancia? Tampoco. No tiene nada que ver lo uno con lo otro", dijo el mandatario este sábado durante un evento público en Medellín (400 kms al noroeste de Bogotá).
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