Todo el poder a los soviets, advierten los analistas
El estado de perplejidad en el que se encuentran los economistas a la hora de entender la crisis financiera global que estalló en 2008 -y que todavía no se terminó de digerir-hizo resurgir el interés por los autores clásicos . Con los primeros megapaquetes fiscales, picaron en punta las reediciones de la obra de John Maynard Keynes.
Pero a medida que la caída se profundizaba, el atractivo de visiones más radicales y críticas con el capitalismo aumentó : en 2008 las ventas de El Capital, la obra cumbre de Karl Marx subieron un 35% en la Argentina, en su edición de Siglo XXI. A fines de ese mismo año el presidente francés Nicholas Sarkozy se permitió difundir una foto leyendo Das Kapital y el ministro de Finanzas alemán Peer Steinbruck consideró que las respuestas del filósofo, historiador y economista alemán a los problemas de hoy “podrían no ser irrelevantes” .
El interés por este ideario está lejos de haberse agotado en 2011. La reciente publicación en Inglaterra de “ How to Change the World: Tales of Marx and Marxism ” (“Cómo cambiar el Mundo: Historias de Marx y el Marxismo”), de Eric Hobsbawm, el mayor historiador marxista vivo, se convirtió en un best seller inmediato en Europa. El tomo recoge a lo largo de 470 páginas ensayos o prólogos escritos entre 1956 y 2009 y es, como el mismo autor explica, un estudio de “la evolución y el impacto póstumo de Marx (y de su inseparable Friedrich Engels)” .
No es la única novedad: una película sobre “El Capital” se está posproduciendo en Alemania. Y hasta apareció un nuevo género de novela fantástica relacionado a la decadencia del capitalismo: el “ luciferian marxism ” (“marxismo luciferiano”). Su referente es Evan Calder Williams, autor de “ Combined and Uneven Apocalypse ”, una obra que combina default financiero global, zombies, pandemias, canibalismo y un futuro negro .
En la Argentina hay economistas que estudian la actualidad global y local con el prisma marxista . Guido Starosta, una autoridad académica en el tema, profesor e investigador de la Universidad de Quilmes y del Conicet, opina que “la llamada crisis financiera actual no es ni meramente financiera ni simplemente actual. Esencialmente, es una expresión de la crisis a nivel estructural de la acumulación de capital a escala mundial, producto de la tendencia a la sobreproducción general inherente a las economías capitalistas, y cuyos origines datan al menos de mediados de los años 70.
En este sentido, el desarrollo de la crisis responde en rasgos generales a los mecanismos ya descubiertos y analizados por Marx hacia fines del siglo XIX.” Para Starosta, “el problema -que emergió con la crisis- va reaparecer, y en una escala mayor, en el futuro. En cualquier caso, los descubrimientos de Marx muestran su vigencia: las economías capitalistas encierran contradicciones y antagonismos insalvables que, más tarde o más temprano, llevan a estallidos de crisis sistémicas generales.”
PorSebastián Campanario
scampanario@clarin.com
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