Las estadísticas muestran que una de cada siete mujeres padecen depresión posnatal con el nacimiento de su bebé.
Pero ahora una nueva investigación muestra que los papás también sufren con la paternidad.
Según la organización británica Fatherhood Institute (Instituto de la Paternidad), uno de cada 10 papás sufren depresión antes o después del nacimiento de su bebé.
El tiempo de mayor riesgo de la enfermedad, dice el organismo, es entre los tres y seis meses después del nacimiento.
E igual que en las mujeres, el trastorno provoca en los padres una gran dificultad para enfrentar los enormes cambios que genera el nacimiento de un bebé.
Cambios cruciales
"Las hormonas, la falta de sueño, la mayor responsabilidad y el estrés general en la vida son factores que pueden aplicarse tanto a los hombres como a las mujeres" explica Adrienne Burgess, del Faterhood Institute.
"Y si la mujer está deprimida, es más probable que el hombre tenga más probabilidades de deprimirse también".
Según la experta, los hombres y mujeres que presentan problemas de salud mental preexistentes al embarazo tienen más riesgo de desarrollar depresión después del nacimiento de un niño.
Pero también hay casos en que un hombre puede deprimirse durante el embarazo, cuando la relación de la pareja está cambiando.
Los papás pueden sentirse abandonados cuando toda la atención se centra en la mujer embarazada.
Liz Wise, asesora de la Asociación para la Enfermedad Posnatal, explica que "las mujeres también pueden sentir que ellas están mejor preparadas para hacer cosas como cambiar el pañal o alimentar al bebé".
"Y en ocasiones son muy críticas cuando su pareja intenta llevar a cabo estas actividades".
"No piensan que esas críticas pueden socavar la confianza de un hombre. Al final, el papá deja de ofrecer ayuda y eso puede conducir a problemas de comunicación en la pareja y a resentimientos".
También se ha dicho que la paternidad no es reconocida como un evento crucial en la vida, como se reconoce a la maternidad.
Según Adrienne Burgess, es realmente "escandaloso" que los papás no sean requeridos en las citas prenatales.
"Cuando se va a confirmar un embarazo los médicos deben invitar tanto a la mamá como al papá a la cita. Necesitamos una regulación que indique que la pareja de la madre también debe estar presente" dice.
"De esta forma el médico podría detectar si el padre tiene algún problema o si es más vulnerable".
Con el nacimiento de un bebé, tanto las madres como los padres pueden sentirse cansados, estresados, emotivos, inadecuados y culpables como resultado de sentirse deprimidos.
Pero ambos reaccionan a esos sentimientos de distinta forma, lo cual puede dificultar el diagnóstico de la depresión.
Se dice que los hombres con depresión de enojan mientras que las mujeres se entristecen.
Acceso a la ayuda
Otros signos de la enfermedad en los papás podrían ser beber en exceso, automedicarse o tener relaciones fuera de la pareja.
"Probablemente los hombres son mejores cuando se trata de enfrentar al mundo cuando no se sienten felices" dice Philip Hodson, de la Asociación Británica de Asesoría y Psicoterapia.
"Las mujeres tienden a internalizar más las cosas".
"Pero cuando se está seria y clínicamente deprimido, nada es importante en la vida" agrega el experto.
"La depresión es el peor dolor que se puede imaginar y es casi inevitable que alguien más tenga que ayudarte a salir de ello".
La clave, dice el experto, es tener acceso a ayuda para tratar la enfermedad.
Ésta puede ser con asesoría, psicoterapia, osteopatía creaneal, masaje, alimentación adecuada, descanso e incluso escribir los sentimientos en un diario.
Los hombres, dice Liz Wise, deben recibir el mismo tratamiento que se da a las madres.
"Es necesario que estén conscientes de que el trastorno es común, que no tienen que avergonzarse. En ocasiones basta con reconocerlo para sentirse mejor. Y también hablar de ello puede ayudar", agrega la experta.
BBC
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