Las autoridades cubanas exhumaron este martes los restos del preso opositor Orlando Zapata, muerto en febrero de 2010 tras 85 días de huelga de hambre, que serán incinerados y entregados a la familia para que emigre con las cenizas a Estados Unidos.
"Finalmente pudimos exhumar los restos de Zapata y ahora vamos viajando a la Habana para incinerarlo, directamente desde el cementerio", declaró a la AFP Reina Tamayo, madre del opositor, vía teléfono poco después de la exhumación en la necrópolis del pueblo de Banes, en la provincia de Holguín, 840 km al este de la capital.
La mujer, de 62 años, dijo que en la exhumación de los restos participó toda la familia y tres "hermanos de la oposición". "No hubo ningún problema, fue un momento muy triste. Pude verlo, me abrieron la caja (féretro) para que lo viera y le regamos mucho perfume", explicó.
Tamayo y otros 12 miembros de la familia, que emigrarán a Estados Unidos, viajan en un autobús de la seguridad del Estado que escolta el carro fúnebre en el recorrido de unas ocho horas hasta La Habana, donde al final de la tarde serán incinerados los restos.
"Ahora lo tenemos todo para viajar a Estados Unidos el jueves", dijo Tamayo, a quien el Gobierno ofreció en noviembre permiso para viajar pero se negaba a hacerlo sin los restos de su hijo.
Zapata, un albañil de 42 años -sin hijos ni pareja-, murió el 23 de febrero de 2010 tras una huelga de hambre con la que exigía mejores carcelarias, lo que desató fuertes críticas a Cuba sobre todo de Estados Unidos y la Unión Europea.
Un día después de la muerte, el opositor Guillermo Fariñas inició un ayuno para exigir la liberación de presos políticos, que depuso 135 días después cuando el Gobierno acordó con la Iglesia Católica excarcelar a 52 opositores que quedaban en la cárcel de 75 condenados en 2003, proceso que se amplió incluso a unos 130 prisioneros.
Zapata fue arrestado en 2003 en un proceso paralelo al caso de los 75 opositores, y cumplía condenas acumuladas por unos 30 años acusado de actos de delincuencia.
La salida del país de los 13 familiares de Zapata, también fruto del inédito diálogo Gobierno e Iglesia, cerraría un foco de tensión entre el Gobierno y la oposición, pues eran frecuentes los choques entre Tamayo y la policía.
La muerte de Zapata se convirtió en bandera de los opositores, considerados por el Gobierno mercenarios de Washington que se prestan para una campaña de desprestigio contra la revolución.
Fariñas, Premio Sajarov 2010, inició el viernes una nueva huelga de hambre para exigir al Gobierno que juzgue a los "responsables" de la muerte en mayo del disidente Juan Wilfredo Soto, que según la oposición se debió a una golpiza policial y de acuerdo con los médicos y autoridades a una pancreatitis.