(EFE).- El Parlamento, Seima, de Letonia eligió hoy al presidente de la república, al ex banquero y diputado Andris Berzins, cuya candidatura fue promovida por la Unión de Verdes y Campesinos.
Berzins obtuvo los votos de 53 de los 100 diputados, dos más de los que exigen la Constitución letona para ser elegido jefe del Estado, y se impuso al presidente saliente, Valdis Zatlers, cuyo mandato expira el 7 de julio, informaron desde la vecina Letonia las agencias locales.
El Seima necesitó dos rondas de votación para elegir al nuevo presidente, ya que ninguno de los dos candidatos consiguió la mayoría absoluta en la primera ronda, en la que Berzins quedó a un solo voto de alcanzar la victoria.
El presidente electo, de 66 años, independiente e ingeniero de profesión, hizo carrera en la industria electrónica y en 1988 fue nombrado viceministro de Servicios a la Población de la Letonia soviética.
En 1993, tras la independencia de Letonia, Berzins presidió el fondo de privatizaciones del Banco de Letonia (emisor) y luego fue elegido presidente del Latvijas Unibanka, que dirigió hasta 2004.
Ese mismo año pasó a presidir el consejo de directores de Latvenergo, la principal electrificadora del país, cargo que desempeñó hasta 2006.
Entre 2006 y 2010 fue presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Letonia.
El presidente saliente, un cirujano ortopeda de 56 años, se convirtió hoy en el primer jefe del Estado letón postsoviético que no consigue ser reelegido para un segundo mandato.
Zatlers obtuvo el respaldo de apenas 41 legisladores, derrota que se atribuye en gran parte a su decisión de dar comienzo al proceso de disolución del Seima, que deberá ser ratificada en un referéndum, que ya fue convocado para el próximo 23 de julio.
Si los letones apoyan con el “sí” la disolución parlamentaria, la Constitución exige celebrar elecciones en un plazo de dos meses, mientras que si ganase el “no”, el presidente deberá presentar su dimisión irrevocable.
Todas las encuestas coinciden en que los electores respaldarán la decisión del presidente.
Zatlers inició el proceso de disolución del Parlamento letón al considerar que éste ha traicionado la confianza depositada por los electores en los comicios parlamentarios de octubre pasado.
La gota que colmó el vaso fue la negativa del Parlamento a colaborar con el departamento de lucha contra la corrupción que solicitó autorización para registrar el domicilio del diputado y magnate Ainars Slesers, sospechoso de corrupción.
“El principal objetivo era deshacerse de aquellos políticos causantes de la desconfianza del pueblo hacia las autoridades. Esto no ocurrió. El Seima no respeta la Justicia. Lamentablemente, no es la primera vez”, señaló Zatlers.
El líder letón denunció que “el Seima se siente bien en una atmósfera de mentira” y que un Parlamento que permite que los oligarcas roben a sus anchas no se merece la confianza de un pueblo que acaba de superar una profunda crisis económica en la que el paro alcanzó el 20 por ciento.