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martes, 19 de julio de 2011

Comisión británica oye a los Murdoch por escándalo de escuchas ilegales

El magnate de la prensa Rupert Murdoch, su hijo James, su ex colaboradora Rebekah Brooks y dos altos funcionarios de policía declaran este martes ante una comisión parlamentaria británica por el escándalo de las escuchas ilegales orquestadas por el tabloide News of the World.

En una sorpresiva incidencia del caso, la policía investigaba además la muerte de Sean Hoare, ex reportero del tabloide sensacionalista, que ventiló el escándalo.

John Whittingdale, presidente de la Comisión de Cultura, Medios de Comunicación y Deportes, integrada por diez parlamentarios de todos los partidos, prometió un interrogatorio exhaustivo sobre un caso que ha sacudido a la cúpula política, policial y mediática del país.

El News of the World (NoW) está acusado de haber pirateado desde el año 2000 las mensajerías de teléfono de unas 4.000 personas, entre ellas políticos, miembros de la Casa Real y celebridades, así como la de una niña de 13 años asesinada.

James Murdoch, de 38 años, presidente de News International, la filial del grupo News Corp. encargada de las operaciones en Europa y Asia, se perfila como el principal blanco de las preguntas de los diputados.

Rebekah Brooks, redactora jefe del News of the World entre 2000 y 2003, y hasta hace unos días directora de News International (la rama británica del imperio Murdoch), también estará en el centro de todas las miradas.

Brooks, protegida de Rupert Murdoch, ya declaró ante la misma comisión en 2003 y admitió entonces que el periódico pagó a funcionarios de policía para obtener información.

El pasado domingo, esta mujer de 43 años fue detenida y liberada bajo fianza por sospechas de corrupción de policías y complicidad en escuchas telefónicas ilegales. Su abogado confirmó que asistirá a la sesión de este martes.

La comisión parlamentaria oirá igualmente a dos altos mandos policiales, que dimitieron en las últimas 48 horas: el ex jefe de Scotland Yard, Paul Stephenson, y el ex jefe de lucha antiterrorista, John Yates.

Paul Stephenson, que se dice inocente, dimitió dejando una declaración harto embarazosa.

Reconoce haber remunerado como asesor a Neil Wallis, ex responsable editorial de NotW, pero señala que éste no está implicado oficialmente en el escándalo, contrariamente al ex redactor jefe del dominical Andy Coulson, nombrado después director de comunicación del primer ministro David Cameron.

El propio Cameron, de visita en Sudáfrica y Nigeria, decidió acortar su visita oficial y regresará este mismo martes a Gran Bretaña. El miércoles se pronunciará durante una reunión de emergencia del Parlamento.

Por su lado, John Yates se negó a reabrir una investigación sobre las escuchas del NoW en 2009, y está siendo investigado por las acusaciones de que contrató en la policía a la hija de Neil Wallis.

La primera investigación sobre las escuchas ilegales del dominical sensacionalista se saldó con el encarcelamiento de un periodista especializado en temas de realeza y un investigador privado, pero a partir de ahí el caso quedó congelado durante años.

Cuando la investigación se reanudó en enero, la policía encontró que las mensajerías de miles de personas habían sido espiadas, entre ellas la de Milly Dowler, una niña de 13 años asesinada, cuyo caso provocó una ola de indignación.

Sean Hoare, ex reportero del News of the World que apareció muerto en su casa el lunes, dijo el año pasado en entrevistas al New York Times y la BBC que Andy Coulson estaba al tanto de las escuchas.

La policía dijo que la muerte de Hoare "está considerada por el momento sin explicación pero no parece sospechosa". Según The Guardian, Hoare sufría desde hacía tiempo de problemas de alcoholismo y adicción a la droga.

El escándalo de las escuchas amenaza con afectar la salud financiera de News Corp., el imperio mediático de Rupert Murdoch. La agencia Standard & Poor's advirtió este lunes que podría rebajar su calificación crediticia.

AFP