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martes, 19 de julio de 2011

Deuda: republicanos desafían a Obama con plan radical en el Congreso

(AFP) - El campo republicano decidió desafiar al presidente Barack Obama este martes en la batalla sobre el límite de la deuda estadounidense, imponiendo una votación en el Congreso de un plan radical para reducir gastos y enmendar la constitución, a fin de equilibrar el presupuesto federal.

La Cámara de Representantes se pronunciará este martes hacia las 18H00 (22H00 GMT) sobre la más reciente proposición de los republicanos: “reducir, limitar, equilibrar”, mientras que la fecha límite del 2 de agosto se aproxima. Pasada esta fecha, Estados Unidos podría caer en una situación de cesación de pagos lo que conllevaría graves consecuencias económicas, según el Tesoro.

Pero la votación del martes se asemeja más a una maniobra política que a una solución real que resolvería el conflicto sobre el límite de la deuda federal, que llegó a la cifra máxima de 14,3 billones de dólares.

En efecto, este texto, decididamente conservador, no tiene oportunidad alguna de ser adoptado en el Senado en donde los demócratas detentan la mayoría. Igualmente, el presidente estadounidense, Barack Obama, anunció oficialmente el lunes que en el caso de que este texto sea aprobado opondría su veto.

"Hubo algunos avances, en algunas de las discusiones. Cierta clarificación de los problemas”, dijo el presidente a los periodistas, advirtiendo además sobre una eventual “reacción negativa de los mercados” en ausencia de un acuerdo.

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, afirmó el lunes que el plan de los republicanos consistía en “esconderse (ante sus responsabilidades) y desmantelar (los programas sociales, el gobierno federal)”.

A través de ese texto, los legisladores conservadores esperar poder afirmar ante sus electores que intentaron reducir de forma espectacular los gastos del Estado federal, una de sus grandes promesas de campaña durante las últimas elecciones de noviembre 2010.

El proyecto prevé también “limitar” los gastos federales a alrededor 18% del producto interno bruto y votar una enmienda constitucional exigiendo que el presupuesto federal se mantenga en “equilibrio”. Los republicanos condicionan el aumento del techo de la deuda a la adopción de esas medidas.

Pero el fracaso programado de ese plan no hará más que subrayar el abismo que existe entre los demócratas, que reclaman una política de reducción del déficit basada en más ingresos fiscales, y los republicanos, que solo quieren escuchar hablar de drásticas reducciones presupuestarias.

El presidente republicano de la Cámara de Representantes, John Boehner, afirmó el martes no querer “abandonar todas las esperanzas” sobre la votación del martes. “Pero pienso que es responsable considerar un plan B”, dijo durante una conferencia de prensa.

Boehner hacía alusión al plan de repliegue propuesto por el jefe de la minoría republicana Mitch McConnell.

Ese “plan B” otorgaría al presidente el poder de aumentar en tres etapas el techo de la deuda en 2,5 billones de dólares antes de fines 2012. Pero le dejaría a él sólo la responsabilidad — y el riesgo político — de un aumento del límite de la deuda.

El plan podría incluir también reducciones de gastos de hasta 1,5 billones de dólares en 10 años, medidas sobre las cuales los dos campos están de acuerdo. Sin embargo, el movimiento ultraconservador “Tea party”, muy influyente en la Cámara, condenó ese plan de repliegue.

Por otro lado, este martes, un grupo de seis senadores estadounidenses, demócratas y republicanos, conocidos como “el grupo de los seis”, presentó a puertas cerradas ante otros legisladores una nueva propuesta.

Según una fuente cercana, el plan prevé una reducción de gastos de 3,6 a 3,7 billones de dólares en 10 años.