Fernando Aristeguieta, delantero de la vinotinto, valoró la preparación del combinado criollo en Mérida. “Al trabajar en la altura uno se va acostumbrando de a poco, te cansas igual pero la recuperación es muchísimo más rápida”.
Por lo general los futbolistas necesitan seis horas para recuperarse después de un entrenamiento exigente. Pero en la altura son cuatro, indica el juvenil.
Si el atacante traslada el momento que vive, actualmente, en el torneo local -colíder de la tabla de goleadores- al partido en Quito, entonces el Ecuador estará en problemas.
En 2009 tanto Aristeguieta como Alexander González tuvieron la experiencia de jugar en la altura, durante los Juegos Bolivarianos en Sucre, Bolivia a 2.790 metros de altura.
“Sientes un poco de ahogo, que no puedes más; pero eso uno lo sobrepasa al minuto 20, que es cuando vas a estar más cansado en el partido. Ellos (ecuatorianos) no son máquinas y se van a cansar al igual que nosotros”, muchos juegan afuera”, agregó.
El cuerpo técnico y médico ya han advertido a los jugadores que sentirán sensaciones distintas a las acostumbradas, pero ellos se han preparado físicamente para el reto y están enfocados para el partido.
Piensa que va a ser un partido parejo, pero incluso apunta por “una cierta ventaja sobre ellos, ya que nos hemos reunido antes, estamos pensando en ese partido desde hace tres semanas y Ecuador no”.
Alexander González y las diagonales que utiliza para desplegar ataques, no serán disminuidos por la altura. Este juvenil que puede jugar como volante ofensivo o lateral no tiene miedo a desarrollar su juego rápido en el estadio Atahualpa.
“La selección es una oportunidad que te da la vida. Me entregaré al máximo en cada pelota”, soltó el futbolista.
González presenta una molestia, que podría dejarlo fuera del partido de su club –Caracas FC – contra el Real Esppor, este sábado. “Tenía una molestia, pero nada significativo”, señaló