EFELa reunión que mantuvieron este viernes en Nueva York representantes de los equipos negociadores del sindicato de jugadores de la NBA y de los dueños de los equipo no tuvo ningún resultado positivo, por lo que la liga ya tiene todo listo para anunciar el aplazamiento de los campos de entrenamiento.
El anuncio oficial de la NBA, en el que también se aplazan los partidos de exhibición, se espera para mañana, viernes, tras analizar el resultado de la reunión de hoy en la que también participaron el comisionado David Stern y el director ejecutivo del sindicato Billy Hunter.
Como se esperaba, la reunión no provocó ningún avance en el conflicto laboral generado por la falta de acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo y que desde el pasado 1 de julio los propietarios de los equipos de la NBA establecieran de forma unilateral el cierre de actividades en todas sus organizaciones.
Varias fuentes cercanas a la liga y al sindicato de jugadores dijeron que el panorama se presentó más sombrío cuando Stern le dijo a Hunter que la posición de los dueños en cuanto a los ingresos que deben recibir los jugadores de la liga en el nuevo convenio tendrá que estar por debajo del 50 por ciento.
En el pasado convenio los ingresos que recibían los jugadores fueron del 57 por ciento y los profesionales a través del sindicato habían accedido a ceder como mucho hasta el 54 en el nuevo convenio.
Los jugadores estaban dispuesto a conseguir que los dueños pudiesen eliminar los 300 millones de dólares de pérdidas que habían tenido la pasada temporada, pero dejando una figura jurídica en la que se les permitiera a los profesionales tener compensaciones si los ingresos y las ganancias de la liga se incrementaban.
Siempre de acuerdo a las fuentes anónimas, dado que ambas partes tienen establecida la ley del silencio sobre lo tratado en las reuniones, no establecieron una nueva fecha para una nueva reunión, aunque acordaron que estarían en contacto para poder determinar si es posible verse la próxima semana.
Aunque se llegase a un acuerdo la próxima semana, los trabajos para cerrar un nuevo convenio colectivo les llevaría a ambas partes como mínimo 15 días de trabajo, lo que significa que los campos de entrenamiento ya no podrán comenzar el próximo 3 de octubre como estaban programados.
Antes, además, tendría que abrirse el periodo de los agentes libre que pueden ser contratados por los equipos, lo que presenta un cuadro poco optimista en cuanto a la posibilidad de que la competición oficial se pueda iniciar el primero de noviembre, tal y como está programado.
Stern admitió al concluir la reunión que "el calendario no es nuestro amigo" y cuando se le preguntó si todavía pensaba que se podría mantener la competición oficial la próxima temporada afirmó: "Simplemente no lo sé, no conozco la respuesta".
El presidente del sindicato de jugadores, Derek Fisher, de Los Ángeles Lakers, mostró el mismo pesimismo que Stern cuando le tocó dar su opinión sobre lo que se espera durante las próximas semanas.
"No tengo control de esa parte de logística porque pertenece al comisionado Stern y a su asistente Adam Silver, que serán los que tengan que responder la pregunta", declaró Fisher. "No voy a entrar en valoraciones sobre ese aspecto, pero está claro que el calendario no es nuestro amigo".
Stern adelantó que mañana, viernes, se iba a reunir el comité de relaciones laborales con los dueños para hablar del asunto, mientras que Fisher reiteró que la situación no ha cambiado con relación a lo sucedido el pasado jueves, pero seguirán trabajando.
El anuncio oficial de la NBA, en el que también se aplazan los partidos de exhibición, se espera para mañana, viernes, tras analizar el resultado de la reunión de hoy en la que también participaron el comisionado David Stern y el director ejecutivo del sindicato Billy Hunter.
Como se esperaba, la reunión no provocó ningún avance en el conflicto laboral generado por la falta de acuerdo para la firma de un nuevo convenio colectivo y que desde el pasado 1 de julio los propietarios de los equipos de la NBA establecieran de forma unilateral el cierre de actividades en todas sus organizaciones.
Varias fuentes cercanas a la liga y al sindicato de jugadores dijeron que el panorama se presentó más sombrío cuando Stern le dijo a Hunter que la posición de los dueños en cuanto a los ingresos que deben recibir los jugadores de la liga en el nuevo convenio tendrá que estar por debajo del 50 por ciento.
En el pasado convenio los ingresos que recibían los jugadores fueron del 57 por ciento y los profesionales a través del sindicato habían accedido a ceder como mucho hasta el 54 en el nuevo convenio.
Los jugadores estaban dispuesto a conseguir que los dueños pudiesen eliminar los 300 millones de dólares de pérdidas que habían tenido la pasada temporada, pero dejando una figura jurídica en la que se les permitiera a los profesionales tener compensaciones si los ingresos y las ganancias de la liga se incrementaban.
Siempre de acuerdo a las fuentes anónimas, dado que ambas partes tienen establecida la ley del silencio sobre lo tratado en las reuniones, no establecieron una nueva fecha para una nueva reunión, aunque acordaron que estarían en contacto para poder determinar si es posible verse la próxima semana.
Aunque se llegase a un acuerdo la próxima semana, los trabajos para cerrar un nuevo convenio colectivo les llevaría a ambas partes como mínimo 15 días de trabajo, lo que significa que los campos de entrenamiento ya no podrán comenzar el próximo 3 de octubre como estaban programados.
Antes, además, tendría que abrirse el periodo de los agentes libre que pueden ser contratados por los equipos, lo que presenta un cuadro poco optimista en cuanto a la posibilidad de que la competición oficial se pueda iniciar el primero de noviembre, tal y como está programado.
Stern admitió al concluir la reunión que "el calendario no es nuestro amigo" y cuando se le preguntó si todavía pensaba que se podría mantener la competición oficial la próxima temporada afirmó: "Simplemente no lo sé, no conozco la respuesta".
El presidente del sindicato de jugadores, Derek Fisher, de Los Ángeles Lakers, mostró el mismo pesimismo que Stern cuando le tocó dar su opinión sobre lo que se espera durante las próximas semanas.
"No tengo control de esa parte de logística porque pertenece al comisionado Stern y a su asistente Adam Silver, que serán los que tengan que responder la pregunta", declaró Fisher. "No voy a entrar en valoraciones sobre ese aspecto, pero está claro que el calendario no es nuestro amigo".
Stern adelantó que mañana, viernes, se iba a reunir el comité de relaciones laborales con los dueños para hablar del asunto, mientras que Fisher reiteró que la situación no ha cambiado con relación a lo sucedido el pasado jueves, pero seguirán trabajando.