El conductor, un hombre de 39 años identificado por la Policía de Punecomo Santosh Mane, se subió en torno a las 08.15 de la mañana hora local (02.45 GMT) a su vehículo e inició una loca carrera por las calles de esa concurrida ciudad india.
"Se llevó por delante todo lo que iba encontrando a su paso, tanto vehículos como peatones. Era una hora muy delicada, porque es cuando los niños se dirigen al colegio", afirmó en una rueda de prensa televisada la comisaria de la ciudad, Meeran Borwankar.
Tras subir al autobús, Mane condujo durante media hora -16 kilómetros- y en sentido contrario por las áreas más céntricas de esta ciudad no lejana a Bombay, el principal núcleo financiero de la India, hasta que la Policía lo detuvo en el barrio de Nilayam.
"Al final, chocó contra varios vehículos y quedó bloqueado, y varios ciudadanos que le estaban persiguiendo lograron abrir las puertas del autobús y reducirlo. La Policía llegó a disparar durante la persecución", añadió la comisaria.
Varios medios indios han afirmado queMane sufría un trastorno mental, pero Borwankar se negó a confirmar este extremo para no dañar la acusación por asesinato que el cuerpo policial prepara contra el conductor.
"Los daños son tremendos", reconoció la oficial.
Imágenes emitidas por los canales de televisión indios mostraron decenas de coches, autorickshaws y tenderetes con serios daños, así como restos de cristales en las carreteras de una concurrida zona de negocios por la que llegó a circular el conductor.La Policía está todavía investigando las razones que llevaron a Mane a lanzarse a las calles en su autobús -que no llevaba pasajeros- y ha confirmado que los heridos se encuentran en tres hospitales de la ciudad. EFE