En un reporte de El Nuevo Herald, se reseñó que Venezuela se verá obligada a devaluar el bolívar para el año 2013, independientemente de quién resulte ganador en las elecciones presidenteciales del próximo 8 de octubre.
“Si dejaras flotar la moneda, el bolívar se iría a una tasa de ocho o nueve bolívares por dólar”, afirmó el analista venezolano Miguel Octavio.
“Ellos han creado tanto dinero que la masa monetaria, la cantidad de bolívares en circulación, está en niveles récord. Está como en 16 bolívares por cada dólar en reserva. Nunca había llegado a un número tan brutal”, agregó.
A continuación parte de la nota:
Expertos consultados por El Nuevo Herald dijeron que la moneda venezolana tendría que ser sometida a una devaluación de al menos 50 por ciento para corregir las serias distorsiones que el actual tipo de cambio está ejerciendo sobre la economíaAlejandro Grisanti -economista senior de Barclays Capital Inc para Venezuela, Ecuador, Perú, América Central y El Caribe- dijo que el desmantelamiento del control de cambio sería la primera de las muchas distorsiones que un eventual gobierno de la oposición tendría que corregir en Venezuela.Según Grisanti, la medida es necesaria en primer ámbito porque Cadivi, el organismo que administra las asignaciones de dólares en Venezuela, opera un sistema que fomenta la corrupción en el país.Pero también porque ese sistema desincentiva la producción nacional, y por ende, desalienta la creación de empleos dentro del país.Grisanti señaló que el desmantelamiento de las distorsiones que actualmente padece la economía venezolana sería mucho más fácil de implementar, con menores presiones inflacionarias, bajo un gobierno de Capriles.Esto se debe principalmente a que un Gobierno de la oposición contaría con una reactivación de las inversiones dentro del país, incluyendo saludables dosis de inversiones extranjeras que estimularían fuertemente el crecimiento económico, ayudando a suavizar las presiones sociales.“Nosotros pensaríamos que habría una reversión de la salida de capitales”, comentó Grisanti. “Hoy por hoy, en Venezuela, salen casi $20,000 millones en capitales privados al año. Un gobierno de la oposición sería un freno a la salida de capitales y una entrada de capitales para la inversión tanto en petróleo como en otras áreas”.El ingreso de esos fondos ayudaría a estimular la economía venezolana, cuyo crecimiento promedio de los últimos 12 años se ha visto rezagado en cerca de 2 por ciento debido a las políticas económicas del gobierno. En contraste, las economías de los países miembros de la OPEP, incluyendo a Irak y a Libia bajo Muammar Kadafi, han crecido a una tasa promedio de más de 6.6 por ciento durante los últimos años de auge petrolero.“Una cosa que vemos en Venezuela es que muchísimos empresarios, por el miedo que produce el léxico diario del presidente, quien constantemente habla de expropiaciones, nacionalizaciones y confiscaciones, no invierten sino que más bien está sacando sus capitales. Y en el caso de un cambio de gobierno, nosotros lo que veríamos es que muchas de estas empresas buscarían incrementar su producción”, señaló Grisanti.“Nosotros esperaríamos mayor crecimiento de la economía, más inversión, por consiguiente, mayor creación de empleos. Y esa mayor creación de empleos no sólo beneficiaría a los desempleados y a los subempleados, sino al grueso de la economía”, añadió.