Los partidos mayoritarios españoles, el gobernante Partido Popular (PP, centroderecha), el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y los nacionalistas catalanes (CiU) y vascos (PNV) acordaron hoy un texto conjunto que pide la disolución de la organización terrorista ETA.El texto fue pactado en contraposición a una moción presentada por Unión, Progreso y Democracia (UPyD), un partido de centro encabezado por la exdirigente socialista Rosa Díez, que propuso la ilegalización de Bildu y Amaiur, coaliciones que aglutinan a formaciones independentistas vascas, la última presente en el Congreso de los Diputados de España con siete escaños.
UPyD cree que hay "numerosas evidencias" de que ambas coaliciones son "la marca blanca de ETA", por lo que insta al Gobierno a abrir el proceso para su ilegalización.
Esta propuesta fue contestada hoy con el texto alternativo pactado por los principales partidos que en lugar de pedir la ilegalización de Bildu y Amaiur apelan a la unidad para buscar la disolución definitiva de ETA.
El portavoz del PSOE en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados (cámara baja del parlamento), Ramón Jáuregui, anunció el acuerdo alcanzado entre los partidos mayoritarios y al que quieren sumar también a la coalición Izquierda Unida (IU).
Instan al Gobierno a propiciar el diálogo de todas las fuerzas políticas y con los Ejecutivos regionales del País Vasco y Navarra para, desde la unidad, "exigir de manera determinante la disolución de ETA", y defiende que se coloque a las víctimas como "elemento nuclear" de este proceso.
Jáuregui reconoció que el acuerdo pretende dejar "en evidente soledad" la pretensión de UPyD, que calificó de "surrealista" y afirmó que "no encaja con la realidad sin violencia" actual.
La organización terrorista ETA anunció el pasado 20 de octubre el cese de su actividad armada, en la que a lo largo de casi cinco décadas ha asesinado a más de 850 personas en su busca de la independencia del País Vasco de España.
EFE
La iniciativa conjunta de los partidos españoles que representan la mayoría parlamentaria es la primera desde ese anuncio y, según Jáuregui, pretende reflejar la constatación del "tiempo nuevo" abierto.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) también apoya el texto pactado porque, según su portavoz, Josu Erkoreka, el documento es "equilibrado, justo y nos sitúa en la posición correcta para afrontar los retos que se nos presentan ahora", esto es, que el "cese definitivo" de la actividad armada de ETA se considera "irreversible" por las fuerzas políticas.
También apoyan el texto los nacionalistas catalanes de Convergencia y Unió (CiU).
Si UPyD no acepta el texto alternativo, en el debate de esta tarde sólo se votará su moción, que pide la ilegalización de Bildu y Amaiur, lo que obligará a las demás fuerzas a pronunciarse.
Este intenso debate político coincidió con la detención en el País Vasco de dos presuntos miembros de ETA, Iñaki Igerategi Lizarribar y Juan Ignacio Otaño Labaca, que no estaban fichados por la policía e integraban una célula de apoyo a las estructuras directivas de ETA, según las fuerzas de seguridad españolas.
La iniciativa conjunta de los partidos españoles que representan la mayoría parlamentaria es la primera desde ese anuncio y, según Jáuregui, pretende reflejar la constatación del "tiempo nuevo" abierto.
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) también apoya el texto pactado porque, según su portavoz, Josu Erkoreka, el documento es "equilibrado, justo y nos sitúa en la posición correcta para afrontar los retos que se nos presentan ahora", esto es, que el "cese definitivo" de la actividad armada de ETA se considera "irreversible" por las fuerzas políticas.
También apoyan el texto los nacionalistas catalanes de Convergencia y Unió (CiU).
Si UPyD no acepta el texto alternativo, en el debate de esta tarde sólo se votará su moción, que pide la ilegalización de Bildu y Amaiur, lo que obligará a las demás fuerzas a pronunciarse.
Este intenso debate político coincidió con la detención en el País Vasco de dos presuntos miembros de ETA, Iñaki Igerategi Lizarribar y Juan Ignacio Otaño Labaca, que no estaban fichados por la policía e integraban una célula de apoyo a las estructuras directivas de ETA, según las fuerzas de seguridad españolas.
