AFP).- El presidente Evo Morales se estrenó este martes como conductor de un programa piloto de una radio de los cocaleros del Chapare, en el centro de Bolivia: hizo entrevistas, llamó por teléfono pidiendo información, contó anécdotas y hasta solicitó canciones típicas del país.
“Siento que el pueblo quiere una información verdadera del acontecer político, económico, social, cultural“, afirmó Morales desde los micrófonos de radio Kawsachum Coca, en el poblado cocalero de Lauca Ñ, en el Chapare, cuna política del mandatario.
El programa, difundido también por el canal gubernamental durante unas tres horas, mostró a un gobernante bastante relajado, con una camisa blanca y rodeado de un pequeño auditorio de cocaleros, su sector más leal y que desde hace dos décadas apoya financieramente a la emisora.
“El interés del programa es comunicar al pueblo boliviano sólo la verdad”, dijo Morales en alusión a sus reiterados roces con medios masivos privados de difusión, a los que tildó varias veces de ser sus principales adversarios políticos.
Durante la transmisión, el mandatario hizo bromas, llamó por teléfono a periodistas de la radio gubernamental Patria Nueva para que le reportaran desde diferentes partes del país e hizo varias entrevistas, entre las cuales al viceministro de Defensa Civil, Oscar Cabrera, sobre el efecto de los torrenciales aguaceros desde diciembre.
También contó parte de la historia de la radio Kawsachum Coca y de otra emisora hermana, Soberanía (en el poblado cercano de Chipiriri), a las que calificó de voceras de la resistencia de los campesinos en contra de los planes gubernamentales para erradicar la coca excedentaria.
Recordó que los cocaleros utilizaron como grito de guerra la frase en quechua “Kawsachum Coca, Wañuychum yanquis” (‘Que viva la coca, que mueran los yanquis‘), pues Estados Unidos apoyó y financió la erradicación de coca en esta región.
Cada media hora al menos, Morales hacía una pausa y pedía al operario de las consolas de radio alguna canción criolla boliviana de diferentes regiones del país.
La ministra de Comunicación, Amanda Dávila, dijo a la AFP: “Este es un programa piloto, en el que el presidente ha definido su agenda, lo ha hecho sin asesores, y luego veremos si se hace un programa constante” semanal o mensual.
“El presidente es muy comunicativo, dice de manera sencilla lo que a veces los ministros no pueden decir, porque son muy técnicos, lo dice sencillo para la gente”, afirmó la autoridad.
Días atrás, Dávila dijo que la idea no era imitar a otros presidentes con espacios informativos propios, como su par de Venezuela, Hugo Chávez.
Evo Morales irá a Viena a defender consumo legal de la coca
Morales anunció este martes su intención de viajar el próximo mes a Viena, sede de la Junta Internacional de Estupefacientes (JIFE) de la ONU, para defender junto a campesinos cocaleros el consumo legal de la hoja de coca.
“Posiblemente el 12 de marzo, el próximo mes, viaje a Viena, Austria, para defender el consumo legal de la hoja de coca en un foro internacional”, afirmó Morales, durante un programa radial que él mismo dirigió en el poblado cocalero de Lauca Ñ, en la región del Chapare (centro), su cuna política.
Dijo que su intención, por ahora, es viajar junto a los dirigentes de los cocaleros que siembran en el país unas 31.000 hectáreas -según datos de las Naciones Unidas- de las que sólo 12.000 son legales para usos tradicionales, como masticación, infusión y en rituales religiosos andinos.
“Prepárense compañeros dirigentes para ir juntos en una delegación para defender el consumo legal de la hoja de coca ante la comunidad internacional“, acotó el gobernante.
Bolivia abandonó en junio pasado la Convención de Viena de 1961 y anunció a principios de enero se retorno al acuerdo mundial sobre drogas, aunque anticipó que pedirá a la JIFE que su adhesión sea con la reserva sobre el consumo de la coca.
La Convención obliga a los países firmantes a eliminar la práctica del mascado, pero Bolivia consideró en reiteradas oportunidades en el pasado que la exigencia es inatendible, pues la práctica es ancestral y muy arraigada en el país.
En los últimos 30 años, Bolivia ha hecho esfuerzos por erradicar coca excedentaria, destinada a la fabricación de cocaína, pero los campesinos siguen sembrando en nuevos lugares.