Rudolf Hertz fue un físico brillante a quien se le atribuye el descubrimiento del efecto fotoeléctrico y de la propagación, producción y detección de las ondas electromagnéticas. Lamentablemente, su prodigiosa vida de investigación terminó tempranamente cuando murió a los 36 años.
Estudió Ingeniería en Dresde, Alemania, y obtuvo el doctorado en 1880 a los 23 años y tres años más adelante trabajó como catedrático en la universidad. Eligió esta carrera porque creía que combinaba efectivamente la teoría y la práctica.
Grandes científicos se inspiraron en el trabajo de Hertz. Marconi utilizó como base su trabajo para desarrollar sus descubrimientos sobre emisores de radio y Aleksandr Popov pudo diseñar su cohesor para el registro de tormentas eléctricas.
Cabe indicar que, en 1930, la comunidad científica internacional decidió categorizar a la unidad de frecuencia en la Física como Hertz o hercio. Hoy Google se une a este homenaje mundial: representa una frecuencia inacabable como el talento de su descubridor.
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