Las protestas como medida de exigencia al Gobierno Nacional para que se cubran las necesidades básicas de los venezolanos han tenido una tendencia creciente desde el año 2003. "En los años 90 había protestas y, por supuesto, hay un punto histórico que es 'El Caracazo' (en 1989). Pero después de 1999, las protestas se duplican y siguen en tendencia ascendente", señaló la pisóloga social Yorelis Acosta.
Advirtió que si las protestas son reprimidas, negadas, olvidadas o no generan ningún tipo de respuesta por parte del Gobierno Nacional, la gente continúa en las calles.
"La gente reclama en refugios e invasiones. Es un reclamo por vivienda, pero es inadecuado cuando no tenemos una ley ni canales abiertos entre ciudadanos y el Estado. Son los ciudadanos quienes salen a la calle a reclamar y no consiguen mayor cosa porque no hay coordinación de la protesta", explicó.
Acosta resaltó que en los últimos tiempos se utiliza el miedo como forma de control y coacción. Advirtió que no es normal que se tenga miedo en un sistema democrático, pero esto se debe a la existencia de un sistema perverso e instituciones débiles.