(La Vanguardia)- Los marines de los Estados Unidos y miembros de las fuerzas militares de otros países han participado en un entrenamiento de supervivencia en la selva de Tailandia. Además de aprender a matar una cobra, los soldados también bebieron sangre de la serpiente y se alimentaron con insectos y un gallo decapitado, según informa MSNBC.