Los directores que causaron sensación con "Mar abierto" vuelven al cine con "Silent House", una cinta de horror basada en la película de igual título ("La casa muda") del uruguayo Gustavo Hernández, que cuenta en tiempo real el infierno que vive una joven atrapada en una casa.
Los estadounidenses Chris Kentis y Laura Lau se dieron a conocer cuando llevaron al cine en 2003 la verdadera historia de una pareja de submarinistas olvidados en altamar por su grupo y condenados a flotar a la deriva en un mar infestado de tiburones.
Sin mostrar nunca lo que sucedía bajo el agua, sino permaneciendo lo más cerca posible de los personajes, Kentys y Lau consiguieron suscitar terror con el único recurso de la sugestión y su filme de muy bajo presupuesto recaudó más de 38 millones de dólares en todo el mundo.
Los grandes estudios intentaron de inmediato poner a la pareja bajo su ala, pero ninguno de sus proyectos vio la luz hasta "Silent House", que se estrena el viernes en Estados Unidos.
"Teníamos varios proyectos grandes", explicó Laura Lau a AFP. "De alguna forma, fuimos como esos cineastas independientes que llegan a Hollywood y se encuentran prisioneros del plan de desarrollo, de los grandes presupuestos y de la economía. No pudimos armar nada y era muy frustrante", dijo.
Hasta el año pasado, cuando la productora Agnes Mentre, fan de "Mar Abierto" ("Open Water"), les propuso hacer una versión estadounidense de "La casa muda", un filme de horror uruguayo realizado en 2010 con cerca de 6.000 dólares y que llamó la atención en el circuito de festivales, entre ellos el de Cannes.
"La casa muda" es el primer largometraje dirigido y escrito por Gustavo Hernández, nacido en Montevideo hace 39 años, y está inspirado en un crimen irresoluto cometido en la capital uruguaya en los años cuarenta.
Para articular la historia, los creadores decidieron contar los últimos 78 minutos de vida de los cadáveres descubiertos e imaginaron lo que pudo haber pasado en ese tiempo a los tres protagonistas.
"No conocíamos la película, pero nos dijeron que era un filme rodado en un solo plano secuencia y nos entusiasmó mucho el desafío que eso representaba", explicó Chris Kentis a AFP.
La cinta pone en escena a Sarah, una joven que se encuentra encerrada en una casa que está restaurando con su padre y donde es acechada por desconocidos.
El personaje lo interpreta Elizabeth Olsen, una estadounidense de 23 años, de moda desde su papel en el filme independiente "Martha Marcy May Marene".
Así como "Mar Abierto", "Silent House" está contada "desde el punto de vista de los personajes principales. La idea del filme es vivir todo lo que sucede en esta ventana de tiempo, todo lo que la chica vive, exclusivamente a través de sus ojos", explicó Kentis.
Los cineastas retomaron de la versión original el principio del plano secuencia -un plano largo, sin cortes, sin edición posible-, aunque la versión estadounidense no está compuesta por un solo plano de una hora y media, como hace parecer.
De todos modos, tiene varios planos secuencia largos, de más de 10 minutos, que representan un incuestionable desafío técnico.
"Para los actores es muy difícil y lo fue particularmente para Elizabeth, porque no sólo tuvo que crear un personaje complejo y destrozado psicológicamente, sino además tomar en cuenta aspectos técnicos" vinculados al rodaje.
Pero, a pesar de las dificultades, los cineastas encontraron que la subjetividad que sugiere este recurso técnico se adaptaba perfectamente al retrato del personaje. "Como la seguimos en tiempo real, podemos saber exactamente lo que ella experimenta", explicó Lau.
AFP