Los 80 trabajadores que permanecían encadenados en CVG Alcasa, en el estado Bolívar, decidieron levantar la protesta luego de llegar a un acuerdo con el Presidente de la institución de que se les cancelara progresivamente lo que les adeudan.
El acuerdo al que llegaron los manifestantes es que se les pagara la deuda de prestaciones sociales y pasivos laborales a medida que hubiese flujo de caja.
La protesta empezó el pasado 14 de febrero cuando uno de los trabajadores, Pedro Pantoja, decidió encadenarse a la empresa, y varios compañeros se unieron en días posteriores.