Los recientes rumores sobre la calidad del agua en Venezuela empañan la celebración de su día mundial este 22 de marzo, y sólo pueden ser descartados o confirmados con pruebas técnicas y científicas perfectamente auditables, señala Diego Díaz Martín, Presidente de VITALIS y Jefe del Departamento de Estudios Ambientales de la UNIMET.
Para Díaz Martín, “es claro que el tema del agua demanda una atención especializada en materia ambiental y no sólo política”. Para ello “el país cuenta con extraordinarios laboratorios y centros de investigación que pudieran confirmar o negar cuán potable es el agua de las principales ciudades, evitando poner en riesgo la salud de la población o generar un nerviosismo innecesario”, afirmó.
VITALIS recuerda que el agua para que sea segura en su consumo, debe reunir una serie de condiciones físicas, químicas y biológicas fundamentales, que requieren de un permanente monitoreo para asegurar su calidad.
En esta gestión, el rol de las comunidades es fundamental, pues pueden (y deben) ejercer la contraloría social, reportando cualquier olor, sabor o color inusual en el agua que llega a sus hogares por las tuberías de las empresas hidrológicas, a fin de evitar riesgos a la salud.
La Celebración Mundial
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 22 de diciembre de 1993 la resolución A/RES/47/193 por la que el 22 de marzo de cada año fue declarado Día Mundial del Agua, a celebrarse a partir de 1993, en conformidad con las recomendaciones de la Conferencia de la Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo contenidas en el Capitulo 18 (Recursos de Agua Dulce) de la Agenda 21.
Se invitó entonces a los diferentes Estados a consagrar este día, en el marco del contexto nacional, a la celebración de actividades concretas como el fomento de la conciencia pública a través de la producción y difusión de documentales y la organización de conferencias, mesas redondas, seminarios y exposiciones relacionadas con la conservación y desarrollo de los recursos hídricos así como con la puesta en práctica de las recomendaciones de la Agenda 21.
El Agua y la Seguridad Alimentaria (Tema del 2012)
El Agua y la Seguridad Alimentaria, es el tema de la celebración para el año 2012, y tiene por objeto llevar al conocimiento mundial la necesidad de afrontar el crecimiento de población en el mundo y garantizar el acceso de alimentos nutritivos, a través de medidas de ahorro de agua en toda la cadena de suministro.
El Día Mundial del Agua brinda una oportunidad excepcional para llamar la atención y crear un impulso que anime a intervenir a los gobiernos, la comunidad internacional, la sociedad civil y los ciudadanos en el tema. Como todos los años, se prevé que, ese día, cada país celebre el Día Mundial del Agua a su modo, bajo la guía de UN Water.
Principales problemas del agua a nivel mundial
Entre los principales problemas del agua figuran su limitada disponibilidad para los seres humanos y el resto de los seres vivos, además de su contaminación.
De acuerdo con cifras de las Naciones Unidas, 88% de las enfermedades existentes en los países en desarrollo, tienen una relación directa con aguas contaminadas. La tasa de muerte anual excede los 6 millones de personas, de las cuales 1,5 millones son niños.
Entre las principales causas del deterioro del agua, destaca el muy limitado tratamiento que se hace a las aguas domésticas servidas (o ya utilizadas por las personas), las aguas industriales (producto de las actividades del sector), las aguas agrícolas (que suelen tener fertilizantes, pesticidas y sedimentos), los residuos sólidos (basura) que son lanzados en los cuerpos de agua, la minería y los hidrocarburos (principalmente petróleo). En particular, los contaminantes metálicos (metales pesados) y la contaminación microbiótica (fundamentalmente por coliformes fecales), constituyen dos importantes preocupaciones a nivel mundial, por los riesgos directos que tienen sobre la salud humana. Otro problema que preocupa a muchos países, en particular a Venezuela, es el despilfarro, pues estimaciones de VITALIS establecen que alrededor del 30% del agua que consumimos es despilfarrada en la ducha, los lavavamos y otras labores domésticas, sin mencionar el mal uso que pudiera hacerse en el sector agrícola, industrial, petrolero y turístico.
En el contexto mundial, 1.100 millones de personas carecen de acceso a agua potable y 2.600 millones no cuentan con los servicios de saneamiento básico.
La escasez de agua también tiene efectos severos en la producción de electricidad, el transporte, la producción agrícola y forestal, y el desarrollo de actividades recreativas y turísticas.