(AFP) – Las declaraciones del exjuez Eladio Aponte, destituido por presuntos lazos con el narcotráfico y quien develó casos de manipulación judicial y supuestos nexos de funcionarios con la droga, crearon el jueves revuelo en el país aunque el gobierno optó por desestimarlas.
Los medios de comunicación, el gobierno y la oposición venezolana reaccionaron este jueves a la entrevista que Aponte -exjuez de la Corte Suprema- dio el miércoles a una televisora de Miami y en la que reconoció el daño que causó al sistema judicial de su país al admitir favores a funcionarios del gobierno vinculados con la droga y la guerrilla.
Los principales diarios de circulación nacional destacaron en sus portadas las polémicas declaraciones. El Universal, por ejemplo, tituló: “Aponte: Vicepresidente maneja la justicia del país”; mientras que El Nacional apuntó: “Aponte afirma que Chávez llamaba directamente para manipular juicios”.
El gobierno prefirió desestimar las declaraciones del exjuez y el canciller Nicolás Maduro dijo que Aponte “es un hombre absolutamente desprestigiado” y “prófugo de la justicia”, por lo que “es fácil entender que (…) le haya vendido su alma a la (agencia antidrogas estadounidense) DEA”.
Maduro se refería a que el exmagistrado viajó esta semana de Costa Rica a Estados Unidos junto a personal de la DEA, a la que podría estar dando información. Por esto, el canciller acusó también a Estados Unidos de seguir “convirtiéndose en un santuario de narcotraficantes, corruptos, traidores y terroristas”.
El canciller incluso criticó a los medios de comunicación por darle importancia a lo que dice Aponte. “Varios medios impresos, periódicos, le dan titular como si fuera un honorable caballero que está declarando con pruebas en la mano, cuando es un exmagistrado procesado por vínculos con el narcotráfico”, se quejó Maduro.
Por su parte, el candidato presidencial opositor, Henrique Capriles Radonski, también se refirió a las confesiones de Aponte y aseguró que en Venezuela “sólo hay justicia para el que tiene poder”, destacando que quiere “un gobierno que garantice la justicia y no que la controle”.
Las declaraciones de Aponte, de 63 años, se mantienen entre los temas más mencionados por los venezolanos en la red social Twitter desde la noche del miércoles, y en la prensa incluso algunos analistas piden que los funcionarios señalados por el exjuez pongan sus cargos a la orden.
El general Cliver Alcalá, jefe de la Cuarta División Blindada del Ejército y uno de los señalados por Aponte de tener vínculos con el narcotráfico, dijo el jueves que el exjuez soltó “una sarta de mentiras” para “tratar de confundir al pueblo”.
Alcalá es uno de los funcionarios venezolanos incluidos en la lista realizada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro estadounidense por sus presuntos vínculos con el narcotráfico y organizaciones terroristas.
Aponte fue destituido el 20 de marzo por la Asamblea Nacional ante acusaciones de que había suministrado credenciales a Walid Makled, un presunto narcotraficante descrito por la justicia estadounidense como “un capo de los capos de la droga”. En la entrevista, el ex juez no aclaró si había firmado la credencial de Makled, a quien sí aceptó conocer.