Sídney (Australia), 19 abr (EFE).- El músico Greg Ham, de la banda de rock australiana Men At Work,fue hallado muerto hoy por un grupo de amigos en su casa de un suburbio de Melbourne a la edad de 58 años.
El sargento de la policía australiana Shane O’Connell indicó a la prensa que están investigando la causa de la muerte y que, de momento, han encontrado “un número de aspectos inexplicables”.
“En estos momentos y por lo preliminar de nuestra investigación, no estamos preparados paradar los detalles precisos de lo que ha sucedido”, añadió O’Neill, según la cadena de televisión ABC.
Un amigo del músico acudió a la casa esta mañana pero nadie le abrió tras llamar, por lo que se fue a buscar a otro compañero y juntos entraron en la vivienda y hallaron el cadáver.
Ham se incorporó a Men At Work en 1979 en sustitución de Greg Sneddon y tocaba la flauta, el saxofón y el teclado.
La banda de rock alcanzó el éxito nacional en 1981 con el sencillo “Who Can It Be Now?” y ganó el reconocimiento internacional al año siguiente con el álbum “Business as Usual”, que incluía el tema primero y fue número uno de las listas de Australia, Estados Unidos y Reino Unido.
El impacto que causó la canción “Down Under”, incluida en el elepé, les decidió a sacarla en un sencillo ese mismo 1982 que se convirtió en “hit” en Canadá, Estados Unidos, Reino Unido y Australia.
Este tema tuvo tan buena acogida que fue incorporado al cancionero australiano, pero un tribunal australiano dictaminó en 2010 que la parte para la flauta que tocaba Greg Ham era un plagio de una composición de 1935 de Marion Sinclair llamada “Kookaburra”.
La decisión judicial dejó a Greg Ham destrozado porque, según explicó en su día, a partir de ese momento la melodía sería recordada como un plagio.
El historiador musical Glenn A. Barker señaló hoy por la radio Fairfax que la muerte del Greg Ham representa una gran pérdida para la música.
“Era una persona encantadora. Recuerdo que en pleno éxito mundial de Men At Work, él era la persona de la banda con la que se tenía que hablar, porque era gracioso, equilibrado y sabía contar grandes historias y anécdotas”, indicó Barker.