Mientras se vaciaba de turistas y vendedores ambulantes, la súper protegida Cartagena de Indias vivió este viernes una frenética actividad con la llegada de los presidentes, entre ellos el estadounidense Barack Obama, y reuniones maratónicas previas a la VI Cumbre de las Américas.
Esa intensidad contrasta con unas calles vacías de gente común, que ha visto restringidos sus paseos en la que a diario es una urbe bulliciosa, como corresponde a cualquier lugar del Caribe, hoy bajo el ojo atento de 20.000 policías.
Ya en los dos últimos días habían llegado a Cartagena algunos presidentes, entre ellos el chileno Sebastián Piñera y el mexicano Felipe Calderón, pero el primero en hacerlo hoy fue el boliviano Evo Morales.
Y tras una procesión de mandatarios arribó el más esperado: Barack Obama.
Las reuniones políticas se registraron en varios frentes, uno de ellos fue el denominado Diálogo Político entre actores sociales y cancilleres, en el que participaron algunos presidentes como el anfitrión, el colombiano Juan Manuel Santos, y el boliviano Morales, encargado de la clausura.
Morales aprovechó el púlpito, pero sobre todo la presencia de la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, para pedir que la Casa Blanca se ponga del lado del resto de América y así acabar con la exclusión de Cuba en estas cumbres y apoye a Argentina en su reclamo de soberanía sobre las islas Malvinas, hoy británicas.
"Le pido a la secretaria de Estado que se sume a todos los países de América a la iniciativa de convocar a Cuba a todas las Cumbres de las Américas", dijo Morales.
Y entre aplausos agregó: "espero que EE.UU. se pueda sumar a decir que Malvinas es de Argentina, porque Malvinas es de América", a lo que el canciller argentino, Héctor Timerman, respondió con un gesto de agradecimiento.
Ese apoyo a la reclamación argentina de soberanía sobre las Malvinas también vino del canciller peruano, Rafael Roncagliolo.
Pero el panameño Roberto Henríquez en unas declaraciones a medios de su país dejó las cosas claras: si bien Malvinas y Cuba "exigieron mucho tiempo" de discusiones no hay acuerdos definitivos.
Tampoco hay consenso en el debate sobre drogas, el tercer asunto espinoso de esta cumbre. Aún así, el mandatario guatemalteco, Otto Pérez Molina, volvió a defender la despenalización a su llegada a Cartagena, donde aseguró que "seguir haciendo lo mismo" en la lucha contra el narcotráfico es "estar fuera de lugar".
Fue su colega salvadoreño, Mauricio Funes, quien reconoció antes de partir a Cartagena que en este tema no se han puesto de acuerdo ni siquiera los centroamericanos, ya que en su caso más que la despenalización busca ayuda internacional para su plan de seguridad.
Para ello las naciones centroamericanas celebrarán mañana una reunión, antes de la Cumbre, para buscar una posición común frente a las drogas, al ser ésta una de las regiones más afectadas por la violencia derivada del narcotráfico.
Durante la jornada de este viernes 13 el presidente más activo fue el anfitrión, el colombiano Santos, quien además de participar en el Diálogo Político inauguró el Foro Empresarial de las Américas, el primero que se celebra en el marco de estas cumbres.
"Si hay algo por lo cual nosotros los latinoamericanos debemos avergonzarnos -y yo siento vergüenza como dirigente- es la tremenda inequidad que tenemos en este continente. Esa inequidad nos impide realmente progresar", afirmó Santos sin tapujos ante los cancilleres de las Américas, región en la que viven 177 millones de pobres.
También frente a Hillary Clinton, quien después afirmó que las Américas necesitan de la sociedad civil "más que nunca" para avanzar en las desigualdades sociales y étnicas.
Precisamente la pobreza y la desigualdad son dos de los temas centrales de la VI Cumbre de las Américas, que incluye otros como seguridad, acceso a las tecnologías, integración física, desastres naturales y medioambiente.
Además de Morales y Obama, arribaron a esta ciudad del Caribe colombiano la presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, el presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, y el primer ministro de Canadá, Stephen Harper.
Y quedan pendientes las llegadas de Fernando Lugo, de Paraguay; Ollanta Humala, de Perú; y Dilma Rousseff, de Brasil, además de primeros ministros y presidentes de países del Caribe anglófono.
Por ahora no hay confirmación de la hora de llegada de otro de los más esperados, el presidente Hugo Chávez, quien manifestó la tarde del viernes que aún no sabe si pueda asistir a este encuentro, pues es una decisión de sus médicos.
Chávez parte este sábado a Cuba y no se descarta si antes pase algunas horas en Cartagena.
EFE