El levantamiento de las sanciones internacionales que pesan sobre Irán será el objetivo de Teherán en la próxima ronda de conversaciones con las potencias mundiales del Grupo 5+1, según dijo el jefe de la Comisión de Seguridad Nacional y Política Exterior del Parlamento, Alaedin Boruyerdi.
Boruyerdi, uno de los diputados más influyentes de la Cámara, en declaraciones difundidas por la agencia oficial, IRNA, dijo: "En la nueva ronda, en Bagdad (el 23 de mayo próximo), podemos discutir sobre el levantamiento de las sanciones", impuestas a Irán por la ONU y también por EE. UU. y la UE, debido a su programa nuclear.
En su opinión, en la jornada de conversaciones de ayer en Estambul entre la representación de Irán y el 5+1, formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, Irán se mostró fuerte y se dieron "pasos hacia adelante" con su reconocimiento como un país con tecnología nuclear.
Boruyerdi, durante una sesión abierta del Parlamento, explicó que, en las anteriores rondas con el 5+1, en diciembre de 2010 y enero de 2011, que fracasaron, Irán aún no tenía la tecnología para enriquecer uranio al 20 por ciento y ahora ya la tiene, por lo que las potencias mundiales han de reconocer ese hecho.
En todo caso, Boruyerdi recalcó que Irán enriquece el uranio a un máximo del 20 por ciento, útil para usos industriales, médicos y de producción de energía, pero no para usos armamentistas, en los que se requiere uranio enriquecido a más del 90 por ciento.
Irán desarrolla todo su programa nuclear, agregó, "en la medida de nuestras necesidades, con fines pacíficos y según las reglas del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA)".
El OIEA supervisa el cumplimiento del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP), del que Teherán es signatario, que permite las actividades nucleares civiles y proscribe las armamentistas.
En este sentido, en vísperas de la reunión de Estambul de ayer, el director de la Organización de Energía Atómica Iraní (OEAI), Fereydun Abasi, dijo que Irán mantendría la producción de uranio enriquecido al 20 por ciento en la medida de sus necesidades y que, luego, pararía ese programa, ya que les resulta caro.
"Tenemos intención de parar la producción de uranio enriquecido al 20 por ciento cuando tengamos suficiente (para el reactor de investigación de Teherán) y cambiar el funcionamiento de los equipos para que produzcan uranio enriquecido al 3,5 por ciento (útil para generar electricidad)", dijo recientemente Abasi.
Este planteamiento sería la carta que ha permitido abrir la negociación, pese a que Abasi también dejó claro que no cerrarán la planta subterránea de enriquecimiento de Fordo, construida, dijo, debido a las amenazas de Israel, EEUU y en cierta medida el Reino Unido de atacar instalaciones nucleares iraníes.
Repetidamente, Irán ha asegurado que no tiene intención de desarrollar armas atómicas y recordado que el líder supremo del país, ayatolá Ali Jamenei, emitió en 2005 una "fatua", o decreto islámico, que prohibía las armas de destrucción masiva y en concreto las nucleares.
Ayer, nada más finalizar el encuentro de Estambul, el influyente diputado Parviz Soruri, muy próximo a Jamenei, dijo que Irán está dispuesto a "reconsiderar" el enriquecimiento de uranio al 20 por ciento, si Occidente suministra el que necesita para su uso.
Soruri agregó que en las conversaciones se debe perseguir un enfoque en el que "todos ganen" y llegar a acuerdos que "respondan a los intereses de la República Islámica de Irán y, al mismo tiempo, disipen las preocupaciones de Occidente" por el programa nuclear iraní.
Hasta ahora, parece que el guión de las reuniones se ha iniciado según el planteamiento "paso a paso", propuesto el pasado julio por el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien propugnó un proceso "por fases" para mejorar la confianza mutua.
En cualquier caso, por parte de Irán, la decisión última sobre cualquier acuerdo está en manos del líder supremo del régimen teocrático, el ayatolá Jamenei, cuya reticencia a cualquier tipo de arreglo con Occidente podría ser determinante.
Boruyerdi, uno de los diputados más influyentes de la Cámara, en declaraciones difundidas por la agencia oficial, IRNA, dijo: "En la nueva ronda, en Bagdad (el 23 de mayo próximo), podemos discutir sobre el levantamiento de las sanciones", impuestas a Irán por la ONU y también por EE. UU. y la UE, debido a su programa nuclear.
En su opinión, en la jornada de conversaciones de ayer en Estambul entre la representación de Irán y el 5+1, formado por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania, Irán se mostró fuerte y se dieron "pasos hacia adelante" con su reconocimiento como un país con tecnología nuclear.
Boruyerdi, durante una sesión abierta del Parlamento, explicó que, en las anteriores rondas con el 5+1, en diciembre de 2010 y enero de 2011, que fracasaron, Irán aún no tenía la tecnología para enriquecer uranio al 20 por ciento y ahora ya la tiene, por lo que las potencias mundiales han de reconocer ese hecho.
En todo caso, Boruyerdi recalcó que Irán enriquece el uranio a un máximo del 20 por ciento, útil para usos industriales, médicos y de producción de energía, pero no para usos armamentistas, en los que se requiere uranio enriquecido a más del 90 por ciento.
Irán desarrolla todo su programa nuclear, agregó, "en la medida de nuestras necesidades, con fines pacíficos y según las reglas del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA)".
El OIEA supervisa el cumplimiento del Tratado de No Proliferación nuclear (TNP), del que Teherán es signatario, que permite las actividades nucleares civiles y proscribe las armamentistas.
En este sentido, en vísperas de la reunión de Estambul de ayer, el director de la Organización de Energía Atómica Iraní (OEAI), Fereydun Abasi, dijo que Irán mantendría la producción de uranio enriquecido al 20 por ciento en la medida de sus necesidades y que, luego, pararía ese programa, ya que les resulta caro.
"Tenemos intención de parar la producción de uranio enriquecido al 20 por ciento cuando tengamos suficiente (para el reactor de investigación de Teherán) y cambiar el funcionamiento de los equipos para que produzcan uranio enriquecido al 3,5 por ciento (útil para generar electricidad)", dijo recientemente Abasi.
Este planteamiento sería la carta que ha permitido abrir la negociación, pese a que Abasi también dejó claro que no cerrarán la planta subterránea de enriquecimiento de Fordo, construida, dijo, debido a las amenazas de Israel, EEUU y en cierta medida el Reino Unido de atacar instalaciones nucleares iraníes.
Repetidamente, Irán ha asegurado que no tiene intención de desarrollar armas atómicas y recordado que el líder supremo del país, ayatolá Ali Jamenei, emitió en 2005 una "fatua", o decreto islámico, que prohibía las armas de destrucción masiva y en concreto las nucleares.
Ayer, nada más finalizar el encuentro de Estambul, el influyente diputado Parviz Soruri, muy próximo a Jamenei, dijo que Irán está dispuesto a "reconsiderar" el enriquecimiento de uranio al 20 por ciento, si Occidente suministra el que necesita para su uso.
Soruri agregó que en las conversaciones se debe perseguir un enfoque en el que "todos ganen" y llegar a acuerdos que "respondan a los intereses de la República Islámica de Irán y, al mismo tiempo, disipen las preocupaciones de Occidente" por el programa nuclear iraní.
Hasta ahora, parece que el guión de las reuniones se ha iniciado según el planteamiento "paso a paso", propuesto el pasado julio por el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, quien propugnó un proceso "por fases" para mejorar la confianza mutua.
En cualquier caso, por parte de Irán, la decisión última sobre cualquier acuerdo está en manos del líder supremo del régimen teocrático, el ayatolá Jamenei, cuya reticencia a cualquier tipo de arreglo con Occidente podría ser determinante.
EFE