La presidenta de Malaui, Joyce Banda, aseguró hoy que su Gobierno derogará las leyes que criminalizan la homosexualidad, informó la edición digital del diario malauí Nyasa Times.
Durante su primer discurso a la Nación desde que asumiera la Presidencia, y ante el Parlamento, Banda dijo que el Ejecutivo de Malaui acabará con las normas que prohíben las relaciones entre personas del mismo sexo.
Según el rotativo malauí, varios grupos religiosos locales de diversas confesiones han pedido a Banda en repetidas ocasiones que no ceda ante la presión de países occidentales para legalizar la homosexualidad, uno de los puntos destacados de la campaña de la presidenta sobre derechos de las minorías.
Sin embargo, los grupos defensores de los derechos humanos en Malaui insisten en que se tienen que promover los derechos de las minorías, como la legalización de los matrimonios homosexuales.
En 2010, Malaui fue el objetivo de una gran presión internacional por la condena a 14 años de prisión para dos hombres que intentaron casarse y que el recientemente fallecido presidente del país, Bingu wa Mutharika, terminó por perdonar "sólo por motivos humanitarios".
"Estos chicos cometieron un crimen contra nuestra cultura, nuestra religión y nuestras leyes. Sin embargo, les perdono y pido su liberación inmediata e incondicional", señaló entonces Mutharika.
Desde que asumió el poder, Banda ha impulsado una serie de reformas para dinamizar Malaui, que atraviesa graves problemas económicos y sociales, algunos de ellos derivados de la gestión de su predecesor.
Las prácticas homosexuales, bisexuales y transexuales están tipificadas como delito en gran parte de los países de África, y estas minorías están discriminadas socialmente.
EFE
Durante su primer discurso a la Nación desde que asumiera la Presidencia, y ante el Parlamento, Banda dijo que el Ejecutivo de Malaui acabará con las normas que prohíben las relaciones entre personas del mismo sexo.
Según el rotativo malauí, varios grupos religiosos locales de diversas confesiones han pedido a Banda en repetidas ocasiones que no ceda ante la presión de países occidentales para legalizar la homosexualidad, uno de los puntos destacados de la campaña de la presidenta sobre derechos de las minorías.
Sin embargo, los grupos defensores de los derechos humanos en Malaui insisten en que se tienen que promover los derechos de las minorías, como la legalización de los matrimonios homosexuales.
En 2010, Malaui fue el objetivo de una gran presión internacional por la condena a 14 años de prisión para dos hombres que intentaron casarse y que el recientemente fallecido presidente del país, Bingu wa Mutharika, terminó por perdonar "sólo por motivos humanitarios".
"Estos chicos cometieron un crimen contra nuestra cultura, nuestra religión y nuestras leyes. Sin embargo, les perdono y pido su liberación inmediata e incondicional", señaló entonces Mutharika.
Desde que asumió el poder, Banda ha impulsado una serie de reformas para dinamizar Malaui, que atraviesa graves problemas económicos y sociales, algunos de ellos derivados de la gestión de su predecesor.
Las prácticas homosexuales, bisexuales y transexuales están tipificadas como delito en gran parte de los países de África, y estas minorías están discriminadas socialmente.
EFE