España se comprometió a acelerar una evaluación independiente de la banca española en menos de dos meses, para la que pidió la colaboración del Banco Central Europeo (BCE), aseguró este martes el ministro de Finanzas Luis de Guindos, en Bruselas.
"Decidimos nombrar dos evaluadores independientes para examinar la cartera de la banca española", dijo el ministro, antes de reunión del Ecofin con sus socios de la Unión Europea (UE).
Estos evaluadores "independientes" deberán diagnosticar la salud de la banca y qué colchón de resistencia necesita el sector, uno de los que más inquieta a sus socios europeos, tras el estallido de la burbuja inmobiliaria de 2008.
Al ser interrogado sobre si la banca española necesitaría una inyección del fondo de rescate europeo, De Guindos respondió que hasta ahora: "nadie ha hablado de ello".
La transparencia es vital "a efectos de disipar dudas", aseguró.
La evaluación externa e independiente, para la que España pidió "involucrar al Banco Central Europeo" se hará en menos de dos meses, aseguró.
"Estas cuestiones llevan su tiempo, hay que entender que la cartera de préstamos española es grande y supera el 300% del Producto Interno Bruto (PIB) español, es decir 3 billones de euros", explicó.
"No hay nada que ocultar, creemos que la reforma que estamos haciendo es una reforma que clarifica e introduce transparencia y claridad en los balances y el Gobierno español tiene una voluntad clarísima al respecto", garantizó De Guindos.
El lunes, los ministros de la Eurozona respaldaron la última reforma bancaria de España, que incluyó la nacionalización parcial de Bankia, pero le pidieron que "acelere la evaluación externa" e independiente del sector.
"Hemos tomado todas las medidas que se consideran adecuadas (para) volver al crecimiento y a la estabilidad", dijo De Guindos durante la reunión del Eurogrupo. A partir de ahora España necesita "la cooperación de toda la zona euro".
Los ministros de Finanzas de los Veintisiete esperan este martes dar su luz verde definitivo al "compromiso" que pactaron a comienzos de mayo sobre los requisitos de capital para blindar la banca europea y hacerla más resistente ante una futura crisis, contemplado en el acuerdo de solvencia bancaria denominado Basilea III, que prevé entrar progresivamente en vigor a partir de 2013.
Durante la reunión del 2 de mayo, los ministros europeos debieron postergar el acuerdo hasta este 15 de mayo, ante las reticencias de Gran Bretaña, que quería "flexibilidad" para imponer mayores reservas de capital sobre la banca en su territorio, sin tener que consultar a Bruselas.
AFP