Dpa) Un gran cacerolazo en la Puerta del Sol de Madrid, de más de una hora de duración, puso hoy el broche final a cuatro días de movilizaciones por el primer aniversario del “movimiento de los indignados“, que volvió a salir a la calle para exigir un cambio político, social y económico en una España en crisis.
Más de 2.000 indignados, según medios españoles, acudieron en la tarde de hoy al kilómetro cero de España, símbolo y epicentro de las protestas de hace un año, y, cacerola en mano, hicieron sonar ruidosamente su protesta, mientras coreaban lemas ya clásicos del movimiento como “Que no, que no, que no nos representan”, dirigido a los políticos.
También se escuchó el “Cumpleaños feliz”, coincidiendo con el día exacto de su aniversario, el 15 de mayo, alternado con gritos como “¡Esta crisis no la pagamos!”.
En otras ciudades de España, como Barcelona, se produjeron hoy también actos de protesta.
Los indignados volvieron hoy además a desafiar al Ejecutivo de Mariano Rajoy, tal y como han venido haciendo desde las multitudinarias manifestaciones del sábado en muchas ciudades de España, y permanecieron en la Puerta del Sol más allá de las 22:00 horas (local), el límite fijado por la Delegación del Gobierno en Madrid para terminar las concentraciones.
Su intención era protagonizar en el lugar un nuevo “grito mudo” -como llaman a los minutos de silencio con las manos en alto- al llegar la medianoche. En asamblea se debatía además si volvían a intentar pasar la noche en Sol.
Desde que el sábado arrancaron las movilizaciones del “movimiento 15-M” para celebrar su primer aniversario, en Madrid ha habido cerca de tres decenas de detenidos, en el marco de los desalojos que en cada madrugada desde entonces ha llevado a cabo la policía en la Puerta del Sol.
El gobierno de Rajoy advirtió de que no permitiría ninguna acampada como la que hace un año se mantuvo durante semanas en esa plaza y para evitarlo desplegó en Madrid más de 1.500 agentes antidisturbios.
En las manifestaciones del sábado, día en el que arrancaron cuatro jornadas de movilizaciones hasta hoy, fecha oficial del aniversario, participaron decenas de miles de personas por toda España. Sin embargo, en las jornadas posteriores, el número de manifestantes en las plazas fue decreciendo.
Un año después del nacimiento del “movimiento de los indignados” o “movimiento 15-M” en una España en crisis económica, la situación del país es peor.
La economía ha vuelto a entrar en recesión, el desempleo sigue creciendo y ya afecta a uno de cada cuatro trabajadores: hay más de 5,6 millones de personas sin empleo. Los recortes del gobierno conservador de Rajoy son más profundos que los del Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y afectan también a la sanidad y la educación públicas, pilares del Estado de bienestar.
