dpa) El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, aseguró que no consultará con nadie su decisión sobre el próximo secretario ejecutivo de la Cidh
y afirmó además que el informe sobre reformas a la Comisión a debatir
en Cochabamba es un “acuerdo de mínimos” que se debe respetar.
“No he conversado con ningún país ni con ninguna organización no gubernamental
al respecto y no lo voy a hacer tampoco”, afirmó Insulza en entrevista
este martes con agencias en la sede de la Organización de Estados
Americanos (OEA), en referencia a la elección del próximo secretario
ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).
El organismo de derechos humanos de la OEA se encuentra en pleno
proceso de selección de un nuevo secretario ejecutivo en sustitución del
argentino Santiago Cantón, quien deja el puesto tras más de una década
en el cargo.
En un proceso reformado con el objetivo de hacerlo más transparente,
la Cidh debe presentar este 1 de junio, justo dos días antes de la
inauguración en Cochabamba, Bolivia, de la Asamblea General de la OEA, la lista con los hasta cinco candidatos finalistas al puesto, que posteriormente serán entrevistados hasta que la Comisión proponga un nombre.
Éste debe ser sancionado por Insulza, a quien Venezuela -que mantiene
un fuerte diferendo con Cantón desde hace años- señaló públicamente a
finales de marzo de haberle prometido buscar la salida del argentino de
la Cidh a cambio de que Caracas apoyara su candidatura como jefe de la OEA.
Insulza, quien hoy no se refirió a estas acusaciones, afirmó que se tomará su “tiempo” para “examinar los antecedentes” del candidato o candidata que se le presente “como corresponde” y que sólo entonces, y sin realizar consultas externas, tomará una decisión.
“Si considero que es una propuesta válida, razonable, después de
conversar con la persona que me han propuesto, lo designaré”, aseveró.
En este sentido, recordó que el puesto de secretario ejecutivo
requiere de un “equilibrio” de apoyos para el que es necesario que el
nominado cuente no sólo con el respaldo de los comisionados.
“El secretario ejecutivo administra la secretaría de la Cidh, por
tanto debe contar con la cooperación y buen trabajo de la Comisión, pero
también es funcionario de la Secretaría General, designado por el
secretario general y de su confianza. Por lo tanto, un equilibrio en la participación de los dos actores es fundamental“, destacó Insulza.
“El secretario ejecutivo administra la secretaría
de la Cidh, por tanto debe contar con la cooperación y buen trabajo de
la Comisión”
En sentido similar se refirió al informe sobre propuestas para
“mejorar” la Cidh que fue aprobado por el Consejo Permanente de la OEA a
comienzos de año y que será remitido a la Asamblea General en
Cochabamba.
Las “recomendaciones” realizadas por un Grupo de Trabajo tienen el objetivo declarado de buscar “fortalecer” el sistema interamericano de derechos humanos,
pero numerosas ONGs han denunciado el informe como un intento por
debilitar a la Cidh por parte de Estados a los que incomoda su actuación
en la región.
De hecho, aunque fue aprobado de forma consensuada, países como
Estados Unidos, Chile, Costa Rica, Canadá, Argentina o Panamá dejaron
claro en su momento que apoyaban el texto bajo el entendido de que no
son más que “recomendaciones”, es decir, no vinculantes, lo que deja a
discreción de la propia Cidh su aplicación o no según su criterio, tal
como ha destacado repetidamente la propia Comisión.
Insulza sin embargo afirmó hoy que el texto constituye un “mínimo común” que requiere por tanto que sea respetado por todas las partes e implentado “de buena fe”.
“El informe es un mínimo común para todos. Por eso
que es importante trabajar sobre la base de él, y no modificarlo ya,
porque a estas alturas algunos probablemente querrían mucho más que ese
informe y otros menos y se pusieron de acuerdo en ese informe. Ese es el
que hay que tratar de implementar de buena fe y entre todos”, pidió de
cara a la Asamblea General.