AFP) Una misión humanitaria partió la mañana de este miércoles desde la ciudad colombiana de Florencia (sur) para recoger al periodista francés Roméo Langlois, a quien la guerrilla Farc se comprometió a liberar tras un mes de cautiverio, informó la Cruz Roja.
“Sí, ya hemos comenzado (la operación). Estamos en ruta”
desde las cinco (10H00 GMT), dijo a la AFP Jordi Raich, delegado del
Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Colombia, quien forma
parte de la expedición junto con la ex senadora colombiana Piedad
Córdoba y el alto funcionario del departamento para América Latina y el
Caribe de la cancillería francesa Jean-Baptiste Chauvin.
Los delegados salieron a bordo de tres camionetas con insignias de la
Cruz Roja sin que ninguno de sus integrantes hiciera declaraciones a la
prensa, constató la AFP.
Para buscar a Langlois, de 35 años y corresponsal para la cadena France 24, también hay dispuestas lanchas.
El periodista francés, en poder de las comunistas Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia (FARC) desde el pasado 28 de abril, debe ser
recogido en algún punto de las selvas del departamento de Caquetá, y
traído a su capital Florencia.
Para facilitar el operativo de liberación, las operaciones militares en la zona fueron suspendidas desde las 18H00 locales del martes (23H00 GMT) y hasta las 06H00 locales (11H00 GMT) del jueves.
Langlois cayó en poder de las Farc cuando la patrulla militar con la
que se desplazaba para realizar un reportaje sobre operaciones
antidrogas fue atacada por guerrilleros en Caquetá.
El periodista se habría entregado a los guerrilleros en medio del combate que dejó cuatro militares muertos y ocho heridos.
Remota aldea lista para liberación periodista francés
Los habitantes de esta remota aldea que carecen de agua corriente y
electricidad, y viven de la ganadería y el cultivo de coca, preparaban
un asado para la entrega del periodista francés.
El líder del consejo de la aldea, Germán Peña, dijo
que se esperan más de 1.000 personas para el evento, para el que los
pobladores construyeron una plataforma de madera con troncos y tablas
recién cortados.
Peña dijo que habían matado a seis vacas y dos caballos, y señaló en
broma que habían escuchado que los franceses comen carne de caballo.
Periodistas de organizaciones de noticias internacionales invitados
para cubrir la entrega compartían el martes la única calle de San
Isidro, parcialmente pavimentada, con pequeños grupos de rebeldes, que
estaban vestidos con uniformes de combate verde oliva y portaban fusiles
de asalto. Los rebeldes hacían pequeñas compras en las tiendas o se detenían a conversar con los pobladores.
Se negaron a ofrecer detalles sobre la entrega prevista, al decir que no estaban autorizados a hacer comentarios.
Esta región de jungla y cultivos de coca en el sur de Colombia es un
bastión de las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, o
Farc.
Según Peña, la guerra es algo que los pobladores experimentan casi a diario.
La aldea, donde viven unas 100 familias, está a unos 16 kilómetros de
Unión Peneya, un poblado más grande y centro administrativo de un
municipio cerca del lugar donde fue capturado Langlois.
Algunos de los aldeanos que preparaban el evento comunitario
para la entrega del miércoles expresaron temores de que podrían ser
objeto de represalias por parte del ejército, al ser acusados de colaborar con la guerrilla.
En la tarde del martes, un helicóptero de fabricación rusa Mi-17 sobrevoló San Isidro.