Parece que las personas casadas son más felices a largo plazo que los que no lo están. Según una nueva investigación de la Universidad Estatal de Michigan (EE.UU.), publicada en Journal of Research in Personality, aunque el matrimonio no hace que la gente sea más feliz de lo que eran cuando estaban solteros, sí parece proteger contra situaciones normales de infelicidad durante la edad adulta.
«Nuestro estudio sugiere que las personas casadas son más felices de lo que habría sido si no se hubieran casado», asegura Stevie CY Yap, autor del trabajo. Sin embargo, reconoce, «todavía no sabemos exactamente de qué forma o través de qué mecanismos nos protege».
Su equipo analizó los datos de miles de participantes de una encuesta nacional británica para identificar si la personalidad ayuda a las personas a adaptarse a los acontecimientos importantes de la vida, como puede ser el matrimonio, un nacimiento o una muerte. La respuesta fue que no. Los rasgos de personalidad no ayudan a las personas ante la pérdida de un empleo o tener un bebé.
Sin embargo el trabajo sí ofreció otro dato; personas de edades similares que no se había casado experimentaban una disminución gradual en su felicidad. «No es que el matrimonio aumentara su nivel de satisfacción -señaló Yap, sino que lo mantiene, al menos, estable». El paso siguiente será determinar por qué, añade.
ABC