Corinthians logró obtener la primera Copa Libertadores en sus 101 años de historia, y su "Fiel", como es conocida la hinchada del equipo, encendió un verdadero carnaval en las calles de Sao Paulo.
La fiesta de la "Nación corintiana" se desató después del pitido final del árbitro colombiano Wilmar Roldán, que decretó la victoria de 2-0 del Corinthians sobre el Boca Juniors, en una noche inspirada del atacante Émerson Sheik, autor de los dos goles del equipo paulista.
Con el anhelado título en las manos, los fuegos pirotécnicos que aparecieron en los momentos más emocionantes del partido no pararon después y los estallidos se confundieron con el ensordecedor ruido de las bocinas de los automóviles.
En el sambódromo de Anhembí, la escuela de samba Gavioes da Fiel, integrada por seguidores del Corinthians, y miembros de otras escuelas simpatizantes del equipo revivieron el carnaval de febrero pasado con una fiesta de tambores y cánticos alusivos al nuevo monarca de la Copa Libertadores.
Caras pintadas, lágrimas, gritos y una gama de actitudes para expresar su felicidad fueron la marca registrada para una madrugada diferente en el corazón financiero de Brasil.
La fiel hinchada del "Timao" (equipazo), considerada la segunda más popular del país después de la del Flamengo de Río de Janeiro, olvidó el trabajo y sus quehaceres del jueves para celebrar la conquista del título continental hasta los primeros rayos del sol.
EFE
