Abuelo con cáncer encuentra esperanza en Justin Bieber
A sus 71 años, Peter Johngren, pudiera ser el fan más viejo del cantante canadiense de apenas 18 años.
El septuagenario, que actualmente sufre de cáncer de próstata, descubrió a Bieber mientras navegaba en YouTube durante sus tratamientos de quimioterapia. Fue en el año 2009, mientras lidiaba con un diagnóstico separado de cáncer de colon, cuando se enganchó por una presentación de Bieber para el presidente Barack Obama.
Desde entonces, la música de Bieber se ha convertido en la banda sonora por la esperaza de un médico retirado y abuelo, cuya colección es tán impresionante como su espíritu.
“Justin está tan lleno de vida que de alguna manera contrarresta mis pensamientos de muerte”, explica Johngren. “Aunque ya esté de partida, Justin acaba de comenzar y es un recordatorio constante de que tan emocionante y preciada es la vida”.
Johngren, que en su tiempo disfrutá de esquiar y largas caminatas, ahora anda con dos bastones y pasa sus días saliendo y entrando a un hospital. Pero cuando habla de Bieber, su hija de 44 años confiesa que, su rostro se ilumina.
“Algunas veces es como 'Oh Dios, ahí va papá hablando de Justin otra vez'”, dice Emily Ward entre risas. “Pero te puedes dar cuenta cuan positiva es su influencia sobre mi padre, le ilumina su espíritu”.
Ward, quien se mudó junto a su esposo desde Alaska a Nueva York para ayudar a su padre, dice que incluso han pensado en comprarle a Johngren un peluquín inspirado en Bieber. Cualquier cosa que eleve su ánimo y lo ayude a luchar con sus problemas de salud.
Johngren colecciona todo con la marca Bieber, todos sus discos, el documental Never Say Never, entradas del concierto al que asistió con su esposa Jane para ver al chico prodigio en Albany, su autobiografía, y una pila de revistas y artículos sobre el cantante. Incluso se unió a Twitter para mantenerse al tanto de las noticias de Bieber.
“He sido seguidor de la música pop desde que era niño, y Justin es igual de talentoso que Elvis”, asegura Johngren.
Spee Kosloff, un asistente de la cátedra de psicología de la Universidad de California, asegura que el fanatismo de Johngren no es tan inusual cuando es visto desde el punto de vista del manejo del terror, teoría que propone que las personas manejan la ansiedad asociada con la muerte encontrando propósito y reafirmación en su entorno cultural.
“La religión no es la única garantía para las personas de que la muerte no es el final”, explica Kosloff.
GLOBOVISION