BBC Mundo).- Iniciaron los Juegos Paralímpicos de Londres, donde participan 4200 atletas de 165 países y es una buena ocasión para preguntarse por qué no hay mayor emoción. Porque los medios dedicaran menos espacio a la cobertura, o simplemente porque no se les dará la importancia que merecen.
Muchos ya piensan que estos juegos, creados por el Dr. Ludwig Guttmann, representan mejor el espíritu olímpico que los tradicionales del barón Pierre de Coubertain. El coraje, determinación, espíritu de sacrificio y la exaltación de la voluntad sobre las limitaciones físicas son los valores que inspira el movimiento paralímpico, algo que ya no sucede tan claramente con los olímpicos.
Sin embargo, dar la misma cobertura quizás sería ceder ante el mundo del espectáculo. Originalmente el olímpismo no buscaba crear ídolos, sino difundir la ética del esfuerzo y cimentar la amistad entre todos los países a través del deporte.
En los paralímpicos aún no es natural la idolatría. El público considera a los Juegos Olímpicos un espectáculo, pero hay un respeto por los atletas con discapacidad.Oscar Pistorius es más visto como un símbolo de rebeldía ante la adversidad que como un símbolo sexual.
Recordando los inicios
El médico alemán Ludwig Guttmann, que llegó a Gran Bretaña en 1939 huyendo de los nazis, revolucionó durante la Segunda Guerra Mundial el tratamiento a veteranos con lesiones. En vez de sedarlos curó sus llagas, los ayudo a ejercitarse, estimuló su percepción y les devolvió la voluntad de lucha.
Para ello les dio un proyecto, explorar sus limites probandose a si mismos. Una de sus estrategias fue organizar torneos de lanzamiento de jabalina y de baloncesto sobre sillas de ruedas, a los que invitó a pacientes de hospitales londinenses, coincidiendo con los juegos de Londres 1948.
Guttman siguió organizando los Juegos Stoke Mandeville, el nombre del hospital donde trabajaba, alcanzando gran repercusión. En 1960 se realizaron en Roma, sede de los olímpicos. Hoy, esos son considerados los primeros Paralímpicos, por una decisión del Comité Olímpico Internacional en 1984. El impulso definitivo llegó en Seul 1988, cuando se realizaron después de los juegos ordinarios.
La pureza del deporte paralímpico
Los paralímpicos no están contaminados por el profesionalismo, el triunfalismo y el nacionalismo desmedido. Nadie está tan preocupado por el conteo de medallas, tampoco por la vida privada de los atletas.
Los expertos en el desarrollo de los deportes señalan cuatro etapas bien diferenciadas: fundación, evolución explosiva, meseta y finalmente estancamiento o declinación. Esta clasificación se aplica al rendimiento físico, pero también a la organización y el interés que despiertan los juegos en el público.
En el caso de los Paralímpicos, estaríamos en plena evolución explosiva,mientras que los Olímpicos ordinarios estarían en la meseta de su evolución. La gran diferencia a nivel de como evolucionan los juegos, es que los Olímpicos abarcan a la mayor parte de la humanidad, mientras que los Paralímpicos no pasan de tener acceso a unos 100 millones o menos.
Por eso, que estos juegos cuenten con 4.200 atletas, en comparación con los 10.000 de los Olímpicos, refleja la gran importancia y reconocimiento que han alcanzado. Pero eso abre la puerta a tentaciones como el recurrir al dopaje y otras técnicas de estimulo como el “boosting”.
Las tentaciones se incrementarán a medida que aumente el profesionalismo y el deporte pase a ser el medio de vida de los atletas. Por ahora hay equilibrio, eso permite que nadie se queje de la participación de Pistorius en los paralíticos, un atleta que ya ha conseguido competir en los Juegos Olímpicos y que podría tener una ventaja relativa.
“No importa”, dice el británico Jonnie Peacock, que sólo tiene una prótesis: “Oscar tendrá una ventaja hacia el final, por el impulso y la elasticidad de sus hojas, pero yo la tendré al comienzo, por el mayor agarre de mi pierna buena”. Ese es el verdadero espíritu olímpico.
