El guante cuenta con cuatro sensores; un sensor de vibración en la palma, así como acelerómetros y sensores de sonido. Los investigadores esperan que los médicos puedan detectar nódulos en el interior del seno, así como otro tipo de lesiones.
La idea es facilitar la labor de los médicos a la hora de diagnosticar este tipo de enfermedad, así como dotar a la gente de a pie de una tecnología fiable como para realizar el examen por si solos.
Andrew Bishara, estudiante de medicina de Harvard y uno de los diseñadores del artilugio, afirmó que la intención es acercar más a los médicos y los pacientes. “Muchos pasan mucho tiempo mirando imágenes, escribiendo notas, en lugar de estar en la cama al lado del paciente", explicó.
Por el momento, el guante permitiría a los galenos saber si están realizando el examen adecuadamente, si aprietan demasiado o si lo hacen con la orientación adecuada.
