Un niño de cinco años fue secuestrado durante la noche del pasado martes en la avenida Sucre de Catia cuando iba con sus padres a guardar la mercancía de uno de los kioscos que tienen en la zona.
Tres delincuentes se bajaron de una camioneta y le arrancaron el menor de los brazos a su madre. El padre del niño cargaba en sus manos un mostrador de chucherías y el pequeño iba detrás con su madre.
Al notar lo que sucedía, la mujer tomó por la cintura a su hijo. Pero uno de los sujetos la golpeó y metió al niño en la parte trasera de su auto.
Un allegado a la familia informó al diario La Voz que el infante mide 90 centímetros, pesa 16 kilogramos, y tiene contextura delgada y piel trigueña. En ese momento vestía una camisa gris, un pantalón bermuda marrón y sandalias color beige.
El niño está bajo tratamiento médico debido a que padece descalcificación.
Con información de La Voz