Siete soldados de una unidad de élite de los Royal Marines británicos fueron detenidos como sospechosos de un presunto asesinato tras un "enfrentamiento con un insurgente" durante una misión en Afganistán en 2011, anunció el ministerio de Defensa en Londres.
Las detenciones fueron anunciadas la noche del jueves en un escueto comunicado que agregó que el caso estaba en manos de la justicia castrense.
Es la primera vez que militares británicos son detenidos en conexión con un caso de asesinato desde que comenzó la intervención de la coalición internacional liderada por Estados Unidos en Afganistán a finales de 2001, precisó el viernes un portavoz del ministerio.
"El incidente se produjo tras un enfrentamiento con un insurgente. No hubo civiles implicados", señaló el comunicado.
"Estas detenciones demuestran la determinación del ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas de asegurar que los militares del Reino Unido actúan en conformidad con sus normas para entablar combate y nuestros estándares", agregó.
Estas detenciones de miembros de una unidad de élite del cuerpo de infantería de marina británico son "políticamente perjudiciales", consideró el viernes en la BBC un experto en cuestiones de defensa, Michael Clarke, director general del Royal United Services Institute (RUSI).
"Había sin duda elementos que empezaban a emerger y el ministerio de Defensa ha querido mantener el control de la situación", agregó.
"Pero no hay ninguna duda de que el políticamente perjudicial, porque no estamos hablando de un caso individual", dijo.
"Es un grupo de Marines, que están muy bien entrenados, y además hablando en términos generales los Marines tienen una mejor educación que otras unidades de infantería", agregó.
Según las normas para entablar combate, "los militares sólo pueden abrir fuego en contra de alguien si ese alguien supone una amenaza para ellos o si creen que ese alguien está implicado en una acción hostil como colocar una bomba", explicó.
El Reino Unido tiene el segundo mayor contingente extranjero en Afganistán después del de Estados Unidos, con unos 9.500 soldados desplegados en el marco de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN, la mayoría en la sureña sureña provincia de Helmand.
Las tropas británicas han sufrido 433 bajas en Afganistán desde el inicio del conflicto, incluidas 36 en lo que va de este año.
Las detenciones fueron anunciadas la noche del jueves en un escueto comunicado que agregó que el caso estaba en manos de la justicia castrense.
Es la primera vez que militares británicos son detenidos en conexión con un caso de asesinato desde que comenzó la intervención de la coalición internacional liderada por Estados Unidos en Afganistán a finales de 2001, precisó el viernes un portavoz del ministerio.
"El incidente se produjo tras un enfrentamiento con un insurgente. No hubo civiles implicados", señaló el comunicado.
"Estas detenciones demuestran la determinación del ministerio de Defensa y de las Fuerzas Armadas de asegurar que los militares del Reino Unido actúan en conformidad con sus normas para entablar combate y nuestros estándares", agregó.
Estas detenciones de miembros de una unidad de élite del cuerpo de infantería de marina británico son "políticamente perjudiciales", consideró el viernes en la BBC un experto en cuestiones de defensa, Michael Clarke, director general del Royal United Services Institute (RUSI).
"Había sin duda elementos que empezaban a emerger y el ministerio de Defensa ha querido mantener el control de la situación", agregó.
"Pero no hay ninguna duda de que el políticamente perjudicial, porque no estamos hablando de un caso individual", dijo.
"Es un grupo de Marines, que están muy bien entrenados, y además hablando en términos generales los Marines tienen una mejor educación que otras unidades de infantería", agregó.
Según las normas para entablar combate, "los militares sólo pueden abrir fuego en contra de alguien si ese alguien supone una amenaza para ellos o si creen que ese alguien está implicado en una acción hostil como colocar una bomba", explicó.
El Reino Unido tiene el segundo mayor contingente extranjero en Afganistán después del de Estados Unidos, con unos 9.500 soldados desplegados en el marco de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) de la OTAN, la mayoría en la sureña sureña provincia de Helmand.
Las tropas británicas han sufrido 433 bajas en Afganistán desde el inicio del conflicto, incluidas 36 en lo que va de este año.
AFP
