Un peticionario de la provincia de Henan, centro de China, murió a causa de una paliza cuando se le trasladaba a su región tras ser detenido en Pekín por "pedir justicia" en víspera del XVIII Congreso del Partido Comunista, denunció hoy la organización China Human Rights Defenders (CHRD).
CHRD informa a través de un comunicado de la muerte de Zhang Yaodong, el mismo día en el que se ha clausurado el congreso del partido.
Según explica la organización, Zhang se desplazó hasta la capital china junto a otros tres peticionarios para pedir "justicia" al Gobierno central.
Los peticionarios se acogen a un antiguo sistema imperial para pedir justicia a Pekín cuando han agotado todas las vías legales en sus provincias de origen para resolver agravios.
La mayoría de estas denuncias están relacionadas con expropiaciones forzosas, compensaciones inadecuadas por tierras o por desempleo, maltratos físicos y muertes de familiares en custodia y otros casos de corrupción, por los que los peticionarios esperan durante años una sentencia que no llega malviviendo en la capital china.
Zhang y otros tres peticionarios, indica CHRD, llegaron el 5 de noviembre -tres días antes de que comenzara la reunión de los líderes chinos- a Pekín, donde fueron arrestados y llevados a una de las llamadas cárcel negras de China, en Jiujingzhuang.
Al día siguiente, cuando se obligaba a Zhang a regresar a su provincia, se produjo la agresión.
La organización CHRD señaló que Zhang fue apaleado por tres personas no identificadas después de que, aparentemente, se negara a darles su teléfono móvil.
La organización afirma que los asaltantes no trasladaron a Zhang al hospital hasta que falleció.
La familia y amigos de Zhang han tratado de ir a Pekín después de conocer lo sucedido, pero fueron detenidos por las autoridades locales, según confirma la organización.
"Este -sostiene CHRD- es el acto más brutal registrado en medio del clima opresivo que ha envuelto el Congreso del Partido".
Este ambiente "opresivo" fue también destacado por la organización Human Rights in China (HRIC) en días previos a la inauguración del citado congreso.
El mismo día de la inauguración del Congreso, HRIC informó de que cuatro peticionarios habían sido enviados a campos de reeducación por "perturbar el orden social" en el último mes, de cara a mantener la estabilidad durante el relevo de liderazgo.
Las autoridades chinas extremaron las medidas de seguridad y acoso contra presuntos activistas o disidentes para asegurar una "transición pacífica", según han denunciado varias organizaciones.
Entre ellas, Amnistía Internacional quien mantuvo que al menos 130 personas han sido detenidas o sometidas a algún tipo de medida restrictiva desde septiembre en China, entre ellos Hu Jia, conocido defensor de los derechos de los seropositivos en China.
Mientras fuentes oficiales apuntan que cada año reciben unos cuatro millones de quejas de peticionarios, grupos de derechos humanos señalan que la cifra real puede llegar a los 10 millones.
CHRD informa a través de un comunicado de la muerte de Zhang Yaodong, el mismo día en el que se ha clausurado el congreso del partido.
Según explica la organización, Zhang se desplazó hasta la capital china junto a otros tres peticionarios para pedir "justicia" al Gobierno central.
Los peticionarios se acogen a un antiguo sistema imperial para pedir justicia a Pekín cuando han agotado todas las vías legales en sus provincias de origen para resolver agravios.
La mayoría de estas denuncias están relacionadas con expropiaciones forzosas, compensaciones inadecuadas por tierras o por desempleo, maltratos físicos y muertes de familiares en custodia y otros casos de corrupción, por los que los peticionarios esperan durante años una sentencia que no llega malviviendo en la capital china.
Zhang y otros tres peticionarios, indica CHRD, llegaron el 5 de noviembre -tres días antes de que comenzara la reunión de los líderes chinos- a Pekín, donde fueron arrestados y llevados a una de las llamadas cárcel negras de China, en Jiujingzhuang.
Al día siguiente, cuando se obligaba a Zhang a regresar a su provincia, se produjo la agresión.
La organización CHRD señaló que Zhang fue apaleado por tres personas no identificadas después de que, aparentemente, se negara a darles su teléfono móvil.
La organización afirma que los asaltantes no trasladaron a Zhang al hospital hasta que falleció.
La familia y amigos de Zhang han tratado de ir a Pekín después de conocer lo sucedido, pero fueron detenidos por las autoridades locales, según confirma la organización.
"Este -sostiene CHRD- es el acto más brutal registrado en medio del clima opresivo que ha envuelto el Congreso del Partido".
Este ambiente "opresivo" fue también destacado por la organización Human Rights in China (HRIC) en días previos a la inauguración del citado congreso.
El mismo día de la inauguración del Congreso, HRIC informó de que cuatro peticionarios habían sido enviados a campos de reeducación por "perturbar el orden social" en el último mes, de cara a mantener la estabilidad durante el relevo de liderazgo.
Las autoridades chinas extremaron las medidas de seguridad y acoso contra presuntos activistas o disidentes para asegurar una "transición pacífica", según han denunciado varias organizaciones.
Entre ellas, Amnistía Internacional quien mantuvo que al menos 130 personas han sido detenidas o sometidas a algún tipo de medida restrictiva desde septiembre en China, entre ellos Hu Jia, conocido defensor de los derechos de los seropositivos en China.
Mientras fuentes oficiales apuntan que cada año reciben unos cuatro millones de quejas de peticionarios, grupos de derechos humanos señalan que la cifra real puede llegar a los 10 millones.
EFE